Fanaticada vinotinto rompió tribunas al presenciar mágica goleada

Este jueves con la presencia de la selección nacional en el Estadio Olímpico de la UCV, en un encuentro contra la oncena boliviana. No hubo lágrimas ni muro de lamentaciones. Por el contrario hubo alegría, algarabía y hasta una morena, como Yulimar Rojas, que se bailó todo el campo con una sonrisa y su 1.92 metros de estatura, sabiéndose estrella entre una multitud que le admiraba.

Este jueves con la presencia de la selección nacional en el Estadio Olímpico de la UCV, en un encuentro contra la oncena boliviana. No hubo lágrimas ni muro de lamentaciones. Por el contrario hubo alegría, algarabía y hasta una morena, como Yulimar Rojas, que se bailó todo el campo con una sonrisa y su 1.92 metros de estatura, sabiéndose estrella entre una multitud que le admiraba.

La última vez que Venezuela jugó en este mismo estadio fue hace ocho años atrás, casi una eternidad en lo que esto significa en un hincha empedernido del fútbol. Sin embargo, era un hecho, la selección estaba de vuelta en Caracas.

El aficionado que llegó calmado y expectante a las afueras del recinto universitario cambió en cuestiones de minutos su personalidad al ver la incesante cola que daba ingreso al estadio, lo que, además, era un primer síntoma de una jornada que pintaba para ser agotadora.

Venezuela jugó realmente bien. No había que ser un abasado analista táctico para notarlo, solo bastaba ver a un jugador boliviano corriendo detrás de un futbolista venezolano, como si de Fórmula 1 se tratara.

Aquello fue marco para que en la grada se soltaran murmullos como “que bien están jugando esos chamos vale”, “a ese chiquitico hay que dársela más, los tiene locos a los bolivianos” o el que no faltó en toda la faena “yo pensaba que la selección estaba en crisis, pero qué va”.

Cada comentario bien justificado en un acto en el hubo hasta chilena, buen juego, campeones de atletismo, cánticos, colores, efervescencia y una goleada en la pizarra (4-1), que deja la mesa bien servida para otra faena sin tanta retórica el próximo lunes contra Trinidad y Tobago.