Abandono del cementerio La Primavera espanta hasta los muertos

Como un set o estudio de grabación para una película de terror o el escenario perfecto para una pesadilla, así luce el Cementerio Municipal La Primavera, ubicado entre la calle San Miguel del barrio Alayón y la avenida Mariño de Maracay.

Al entrar a este camposanto se observa un gran abandono, la maleza cubre gran parte de las tumbas, las cuales muchas fueron profanadas y otras no reciben mantenimiento desde hace algún tiempo.

La capilla está en total abandono

La capilla donde se realizan misas para elevar el descanso eterno de los difuntos está en condiciones deplorables, según trabajadores del lugar desde que falleció el sacerdote que realizaba las homilías ésta se encuentra cerrada y por ende ni una escoba ha recibido durante meses.

Este cementerio creado en 1915, forma parte del registro del Patrimonio Cultural de Venezuela, en el reposan los restos del general Juan Vicente Gómez y se levantan panteones, mausoleos y monolitos que a la fecha están en ruinas.

José Antonio Sánchez

José Antonio Sánchez, quien trabaja de forma independiente realizando mantenimiento en este camposanto, denunció que desde el año pasado la puerta de la calle San Miguel se encuentra cerrada, “hay mucha gente que quiere entrar y al ver esa puerta clausurada se va, entonces para pasar por el lado de la Mariño si tienen carro deben dejarlo afuera y nadie se atreve, les da miedo que le roben la batería o el mismo vehículo”.

Sánchez destacó que trabajó por 30 años en Funcemar y nunca había tanta desidia como la que se observa en la actualidad en La Primavera, “en aquellos tiempos hacía mantenimiento a las calles con mis 5 obreros”.

Para tener limpias las tumbas, el trabajador recibe comida como forma de pago por parte de los pocos que aún acuden a este lugar de reposo eterno, “las personas me traen pasta y harina y yo se las acepto porque les mantengo sus tumbas limpiecitas”.

Por su parte, Elis Rojas indicó que parte de la responsabilidad de este abandono recae en los familiares que ni siquiera visitan el cementerio para garantizarles a sus parientes el descanso en paz, “aquí el problema es que la gente entierra y más nunca viene, lloran el día del entierro y no vienen más nunca”.

Los casos de profanación siguen sonando, según lo relatado por Rojas, quien vive cerca de este cementerio, hace pocos días en horas de la madrugada antes de irse a su trabajo escuchó fuertes golpes, “estaban rompiendo alguna tumba por ahí”.

La entrada de la Primavera por el lado de la calle San Miguel, además de permanecer cerrada a raíz del hallazgo de más de una decena de cadáveres en una fosa común el año pasado, sirve como basurero para algunas personas, así lo dijo la señora Alide García.

“Vienen personas en carros y lanzan ahí la basura porque no les pasa el aseo. Los santeros arrojan los animales que usan en sus sacrificios, perros, gallos, gallinas, ovejas, de todo y tenemos que calarnos la pudrición, los que limpian eso son los mismos vecinos”, argumentó.

Ante todo este panorama, José Aponte pide a las autoridades que restaure este camposanto, “desde hace más de diez años ni la Alcaldía, ni la Gobernación viene a limpiar, manden un personal de unos 20 o 30 obreros que en una semana medio lo recuperen, los maleantes que tenían tomado esto los sacaron ahora es el monte que tiene el poder”.

PAÚL ESTEBAN TREJO | elsiglo