Tatuajes oculares: cuando el amor por los tatuajes llega a los ojos

Si el hecho de marcar la piel de por vida con un tatuaje no parecía lo suficientemente doloroso y comprometedor para algunos, espera a conocer los tatuajes oculares que cambiarán tus ojos para siempre.

Hay quienes llegan a los extremos con la finalidad de cambiar la estética de su cuerpo, por ello, cientos de personas han decidido agregarle color a la “parte blanca” del ojo.

El tatuaje ocular consiste en la inyección de color en la membrana del globo ocular… solo basta unas pocas inyecciones -a comparación de un tatuaje en la piel- para cubrir de color la esclerótica (la zona blanca alrededor del iris), puesto que una sola inyección logra pintar la cuarta parte del ojo.

Al igual que en la piel, la duración del tatuaje es permanente ya que la esclerótica recoge el color; y la membrana que la recubre no le permite salir.

Según algunas personas que se han realizado un tatuaje ocular, la sensación es la de “alguien hurgando tu ojo” así como sentir que se “tiene un grano de arena”, no obstante, aseguran no experimentar dolor.

Riesgos

Sin embargo, una práctica tan comprometedora no podía escapar de algunos riesgos que pueden ser graves.

Alberto Rivodó, médico internista y profesor de posgrado universitario, explicó al diario El Nacional que los tatuajes oculares ponen en peligro a las personas, puesto que cualquier infección adquirida con el tatuaje irá directo al cerebro, ya que el ojo es una mucosa rodeada del sistema nervioso.

Además, tomar antibióticos no generaría un alivio, debido a que estos no se adentran en la membrana de los ojos ni en el cerebro. Igualmente, es posible perder la vista, ya sea por la inexperiencia o un error del tatuador que lo haga penetrar la aguja más de lo debido, acabando por infectar el ojo y provocando su extirpación.

La patología ptisis bulbi puede causar ceguera, al igual que otras infecciones; luego de que el iris y los tejidos se mueran. Otra infección llamada endoftalmitis, afecta la membrana de la esclerótica y trae como consecuencia la extirpación del ojo.

Por lo tanto, la idea de cambiar la estética del ojo a través de un tatuaje ocular, puede ser un riesgo que termine por la desaparición del ojo de la persona.