El nuevo asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Robert O’Brien, designado por el presidente Donald Trump, reconducirá el cargo a su papel tradicional de coordinador y facilitador que John Bolton había desvirtuado.
Según la opinión de varios expertos, la elección de O’Brien, quien tiene una influencia limitada en la política exterior estadounidense, le devolverá al secretario de Estado, Mike Pompeo, la influencia en los temas diplomáticos y de seguridad nacional que le corresponden dentro de la administración de Trump, reseñó Xinhua.
“O’Brien parece ser lo opuesto a Bolton (…) Debería ser un elemento estabilizador en la política exterior de EEUU en comparación con el charlatán y exigente de John Bolton”, expresó Wayne White, exsubdirector de la Oficina de Inteligencia para Medio Oriente del Departamento de Estado.
Brett McGurk, quien trabajó en el equipo de seguridad nacional liderado por Bolton, afirmó que, con esta última elección de Trump, el nuevo asesor podría volver a tener el papel que se le supone.
“John Bolton llevaba una agenda al oeste que a menudo contradecía la del Presidente. Y el proceso político se desmoronó, causando mucha disfuncionalidad”, dijo.
El nuevo consejero fue socio fundador de una empresa legal con sede en Los Ángeles antes de asumir varios cargos gubernamentales. Trabajó con Bolton cuando este último fue embajador de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En los gobiernos de Bush y Obama, O’Brien trabajó en un proyecto para formar abogados y jueces en Afganistán. Asumió su puesto actual como enviado especial en mayo de 2018 y, en este tiempo, ha conseguido, entre otras cosas, el regreso a casa del pastor Andrew Brunson, detenido en Turquía durante dos años.
AVN
