¡Muy buenas! Siempre he querido tener en el blog una cheesecake de chocolate blanco así, con un sabor suave y tan cremosa que parece que estás comiendo algodón de azúcar. Además de su cremosidad, esta tarta de queso también destaca por su sencillez y por su vistosidad.
Ingredientes
Para la base
- Mezcla semillas – 300gr, copos de avena, sesamo, chia, pipas de calabaza
- mantequilla – 80gr
- sirope de arce – 30gr
Relleno
- nata – 300ml
- requeson – 400gr
- mascarpone – 280gr
- harina refinada de maíz – 30gr
- huevo de gallinas felices – 1
- azúcar – 200gr
- vaina de vainilla – semillas
Ganache
- chocolate blanco – 300gr
- nata – 100gr.
Intrucciones
En un bol mezclamos las semillas, la mantequilla fundida y el sirope de arce, rellenamos el fondo de un molde desmontable y horneamos 10 minutos a 180ºC. En otro bol añadimos los demás ingredientes y con una batidora trituramos todo, rellenamos el molde y horneamos 60 minutos a 170ºC, si toma demasiado color tapamos la parte superior con un trozo de papel de aluminio. Una vez transcurrido el tiempo apagamos el horno y dejamos la puerta del horno entreabierta y dejamos enfriar completamente. Para la ganache, en un cazo ponemos a calentar la nata, antes de que comience a hervir retiramos del fuego y añadimos el chocolate blanco picado, removemos hasta que se disuelva todo el chocolate, en este punto añadimos una nuez de mantequilla y la integramos con toda la mezcla. Añadimos la ganache en la parte superior de nuestra cheesecake. Repartiremos uniformemente sobre nuestra tarta con ayuda de una espátula o balanceando la tarta de un lado para otro. Dejaremos en nevera un mínimo de 5 horas, para decorar nosotros utilizamos unos frutos rojos y unos pistachos picados.