¿Qué es el trastorno del deseo sexual hipoactivo?

“El trastorno del deseo sexual hipoactivo es la expresión que, desde el ámbito médico, se usa para describir problemas relacionados con el bajo interés hacia la actividad erótica en general: poca motivación hacia las relaciones eróticas, ausencia de pensamientos o fantasías sexuales o muy poca frecuencia de estas, etcétera”, expone Ana Belén Carmona Rubio, sexóloga y psicóloga en Lasexologia.com y profesora en el Máster en Sexología de la Universidad Camilo José Cela (UCJC). Sin hablar de cifras concretas, dice que el deseo sexual hipoactivo es el motivo de consulta más habitual en mujeres, y cada vez una demanda más frecuente en hombres.

“Las profesionales de la sexología, preferimos hablar de ‘insatisfacciones’ más que de ‘trastornos’, porque la palabra trastorno alude más a enfermedad o anormalidad, y muchas insatisfacciones o dificultades relacionados con el deseo no son como tal una disfunción, sino que son la consecuencia lógica de una serie de condiciones”, aclara Carmona.

Y prosigue diciendo: “Las sexólogas no solemos usar la expresión trastorno para describir los problemas por los que los pacientes o consultantes buscan nuestra ayuda. Es cierto que, desde los manuales médicos se establecen unos criterios, pero en mi opinión, siempre que una pareja o una persona acuden a consulta de una sexóloga es porque se encuentran insatisfechos con su vida erótica y necesitan ayuda, con independencia de si lo que les ocurre coincide más o menos con la descripción del manual”.

Muchas mujeres -y algunos hombres también-, que se encuentran en relaciones largas, comienzan a desear sexualmente una vez iniciada la intimidad y las caricias con su pareja, y no antes. Para Carmona, “tradicionalmente se ha considerado el tomar la iniciativa como un indicador de que se tiene deseo, de modo que en el contexto de parejas heterosexuales, muchos hombres consideran que sus parejas no tienen deseo simplemente porque no toman la iniciativa. Lo cierto es que aunque a muchas féminas se les ha considerado con problemas de deseo, en muchos casos lo que fallaba era más la intimidad o la seducción (que no es un asunto personal sino relacional, de la pareja), que el deseo, que en condiciones óptimas sí que se activaba”. Hay evidencia de este modelo de deseo femenino, propuesto por la sexóloga Rosemary Basson en el año 2001.

Posibles causas del deseo sexual hipoactivo

Las insatisfacciones relacionadas con el deseo erótico pueden afectar a cualquier persona y en cualquier edad o etapa de su vida. “Suelen ser más frecuentes cuando se mantiene una relación de larga duración, e infrecuentes cuando se experimenta la fase inicial de una relación o de enamoramiento. En esta etapa, es cuando en general las personas somos más deseantes y suele haber mucho ajuste en los deseos de los dos miembros de la pareja”, comenta la sexóloga.

El deseo erótico se relaciona con muchos factores, así que son diversos los aspectos que pueden influir en la disminución del deseo erótico. Así, Carmona cita los siguientes:

  • Problemas de pareja.
     
  • Intimidad de mala calidad.
     
  • Relaciones poco satisfactorias o placenteras.
     
  • Relaciones eróticas pobres en caricias y muy finalistas.
     
  • Problemas para alcanzar el orgasmo o la excitación.
     
  • Coitos dolorosos.
     
  • Falta de atracción hacia la pareja.

Por supuesto, subraya la experta, “hay que evaluar detalladamente cada caso para saber qué factores pueden estar influyendo, porque no se realiza la misma intervención siempre”.

Sequedad vaginal: causa y consecuencia

La sequedad vaginal puede ser una de las consecuencias del deseo sexual hipoactivo, y también una de sus causas, así como un factor que lo retroalimenta. Carmona lo explica de la siguiente manera: “Muchas mujeres que sufren relaciones con coitos dolorosos, si estas se mantienen en el tiempo, acaban teniendo poco deseo erótico, lo cual es normal porque no suele apetecer aquello que duele. Por otro lado, cuando hay poco deseo se lubrica con mayor dificultad. El deseo tiene mucho que ver con la satisfacción; si no hay satisfacción, no hay deseo”.

Abordaje del deseo sexual hipoactivo

Según Carmona, la mejor opción para una pareja insatisfecha por este tema es una terapia sexual. En una consulta de Sexología, la intervención no siempre es la misma, porque se apoya en una evaluación inicial para saber los motivos por los que el deseo es bajo o ha disminuido. Pero en general, “siempre o casi siempre se aborda en pareja, porque con frecuencia tiene que ver con el juego o la intimidad que tiene la pareja, o de la satisfacción o placer obtenido en las relaciones, y en esto intervienen los dos”, indica la experta.

En Estados Unidos ya hay dos fármacos aprobados para la falta de deseo sexual en la mujer. El primero en recibir la aprobación fue la flibanserina, conocida como la píldora rosa. El segundo medicamento, al que la agencia estadounidense de medicamentos FDA ha dado el visto bueno a principios de julio, es la bremelanotida, que se administra por pinchazo subcutáneo en el abdomen o en el muslo. Ambos son tratamientos no hormonales, que actúan en el sistema nervioso central.