Realizar hallacas en el mes de diciembre es una tradición que se ha mantenido durante años en Venezuela; son muchas las familias que se reunían con anticipación para organizar la compra de los ingredientes de esta comida, que en la actualidad podría considerarse un lujo.
Ante la inestable economía que vive la nación, algunas amas de casa se encuentran adelantándose a la inflación y desde ya están comprando los ingredientes que se necesitan para preparar este rico plato navideño.
“Ya hay gente que está adelantando las compras, aquí vienen y se llevan los muchachos redondos y la carne para sus hallacas. Ahorita sale en 46.000 bolívares la de primera, pero los precios varían, no hay un estimado porque a diario el proveedor nos trae otros precios”, indicó Alirio De la Cruz, carnicero que lamenta el declive de las ventas producto del poco poder adquisitivo de los clientes.
Por su parte, Julio Andrade, quien labora como vendedor en una frutería, destacó que las hojas de las hallacas se venden como pan caliente porque en la actualidad hay personas que están trabajando en la venta de esta comida.
Con respecto a la compra de aceitunas y alcaparras, José Vali aseveró que los precios oscilan entre 90.000 y 100.000 bolívares por kilo respectivamente; mientras que las pasas tienen un costo 85.000 Bs. No obstante, comentó que los clientes compran 100g, 200g o 250g de cada ingrediente, de acuerdo a la realidad de su bolsillo.
“El año pasado se vendió bastante y esperamos este año sea igual. Las compras se mantienen porque hay personas que reciben remesas de sus familiares del exterior, porque el sueldo de aquí no alcanza para comprar eso”, expresó Vali. “De que hacen hallacas las hacen, lo que ocurre es que reducen la cantidad, si en años anteriores preparaban 50 ahora elaborarán sólo 20”, aseguró.
Aunque comerciantes aseguran que la tradición se mantendrá a pesar de la situación económica del país, para la señora Otilia Reyes este plato no se verá en su mesa navideña, “yo no haré hallacas porque toda mi familia la tengo en el exterior, además no tengo el dinero suficiente para comprar los materiales”.
PAÚL ESTEBAN TREJO | elsiglo
