Se electrocutó técnico cuando reparaba una lavadora

Un ciudadano que respondía al nombre de Wilmer Arístides Ávila Monsalve, de 39 años de edad, falleció en su residencia ubicada en la primera calle del sector La Croquera, en Palo Negro del municipio Libertador, Aragua.

Se trataba de un comerciante, padre de una niña, de 10 años de edad y el mayor de cuatro hermanos, informó Darwin Ávila, hermano del infortunado ciudadano.

Wilmer Arístides Ávila Monsalve, muerto

Detalló a los periodistas que el incidente ocurrió en su residencia, cuando se dispuso a reparar la lavadora, la cual presentaba una falla técnica e impedía que su señora esposa cumpliera con sus obligaciones en el hogar.

Entre las 9:30 y 10:00 de la noche del martes comenzó a resolver el asunto. Con el pasar de los minutos, Wilmer le expresó a su compañera sentimental que si lavaría la ropa a esa hora de la noche y ella le respondió: “Qué no, lo haría sino al día siguiente, pues estaba cansada del ajetreo diario”.

Se acostó a dormir, mientras que el comerciante quiso aprovechar el momento para subsanar una falla en la secadora. Se trataba de un ciudadano que hacía cualquier oficio.
Y al promediar a eso de las 3:00 de la madrugada de ayer, “mi cuñada se percató que su pareja no estaba en la cama e inmediatamente se levantó dirigiéndose al área del lavandero, encontrándose con una escena muy dolorosa”.

Darwin Ávila, hermano, ofreció declaraciones a los periodistas

Sin perder tiempo, ella se comunicó vía telefónica con nosotros que somos los hermanos de su esposo y nos trasladamos a esa hora de la noche a La Croquera, con la intención de ayudar a Ávila Monsalve”, comentó la persona. “De allí lo trasladamos al Hospital del Seguro Social de La Ovallera, en Palo Negro, donde le prestaron los primeros auxilios. Sin embargo, el médico tratante luego de los chequeos correspondientes determinó su muerte”.

Falleció minutos antes de trasladarlo al referido centro asistencial, y su cadáver fue referido al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses con sede en el sector 9 de Caña de Azúcar para la autopsia de ley, dijo.

Finalizó diciendo, “mi hermano era una persona que le gustaba reparar las cosas dañadas en su casa y en el trabajo, y cuando no podía hacerlo, contrataba los servicios de técnicos. Hacía cualquier actividad de manera honrada”.

Añadiendo que su partida física en el mundo terrenal, “nos deja un gran vacío y mucho dolor entre quienes lo queríamos, especialmente su hija y la esposa”.