Fracasos en el mundo de los videojuegos, descúbrelo

Como productos culturales y de entretenimiento que son, los videojuegos también están expuestos a las críticas de los profesionales y los usuarios que esperan de ellos algo más que una experiencia agradable. Desde el primer boom que dio la industria y que situó a los videojuegos como el pasatiempo favorito de millones de personas se han hecho tanto juegazos que no merecen otra cosa que alabanzas a cagadas que no hay por dónde coger.

 

La constante actualización que vive la industria y el consumo que se hace de ella provocan que las empresas y desarrolladores estén trabajando constantemente para sacar nuevos productos con los que seguir nutriendo el mercado. Algunos, como ya hemos comentado, traspasan el estándar y se convierten en obras de arte, narrativas complejas y creaciones cuidadas hasta en el mínimo detalle. Estos títulos suelen ganarse el corazón tanto de la crítica como de los jugadores y se hacen un hueco en la historia como clásicos de los que se sigue hablando años después de su lanzamiento.

Otros, por el contrario, o bien no consiguen acertar con la tecla adecuada o se convierten en desastres tan inmensos que, aun lamentando el esfuerzo que el equipo le habrá dedicado, no se puede salvar nada de ellos. Como ocurre en el cine o en la literatura, los fracasos forman parte de la industria y es imposible que de vez en cuando no haya algún título que nos haga taparnos los ojos o llevarnos las manos a la cabeza. Pero como se suele decir, lo importante no es que hablen bien ni mal sino que hablen. Hay juegos que en su momento resultaron tan espantosos que se han convertido en referentes de un mal trabajo y se suelen mencionar con una mezcla de indignación y humor (casi como pasa con los Razzie en el séptimo arte).

Ya fuese por falta de tiempo o ganas, por haber malinterpretado los deseos del público o por la sencilla razón de que, a veces, las cosas no fluyen, hemos repasado la historia de los videojuegos desde los años 80 para hablar de los fracasos más sonados de la industria.

Fue una apuesta más que arriesgada por parte de Atari y la compañía pagó caras las consecuencias. En 1982, ante el bombazo que supuso la película de Steven Spielberg, Atari pagó 20 millones de dólares (una cifra desorbitada para la época y más aún para el sector de los videojuegos) y encargó a Howard Scott Warshaw que diseñara un videojuego basado en la película en un mes con el fin de aprovechar el tirón del largometraje. Las prisas hicieron que ni los gráficos ni la jugabilidad merecieran la pena y las malas críticas les llovieron por todas partes. E.T. el extraterrestre aceleró el nefasto final de Atari y sigue siendo recordado como uno de los peores juegos de la historia.

Sí, resulta extraño encontrar un título tan mítico como Pac Man en una lista de grandes fracasos pero así fue. Estamos hablando de su versión para la consola casera Atari 2600 de 1982, que pretendía trasladar a los hogares el éxito rotundo que había supuesto Pac Man para los arcades. La idea no era mala pero el fiasco llegó tanto por las altas expectativas de la empresa como por la mala conversión. Atari se vino arriba y llegó a fabricar más copias del juego que el número total de ejemplares vendidos de la consola, por lo que las ventas que tuvieron (nada desdeñables) les supieron a poco. A eso hay que sumar que la calidad del juego en consola era muy inferior a lo que la gente estaba acostumbrada y por ello se produjeron muchas devoluciones.

En este caso no se trata de un videojuego sino de una consola; nada menos que el mayor fracaso de la historia de Nintendo. En 1995, con la Game Boy y la Super Nintendo arrasando en el mercado, la compañía nipona lanzó una consola compuesta por un mando y un visor binocular que solo vendió 770.000 unidades (mucho menos que las 50 millones de Super NES). Aunque era la primera vez que se veía algo así en el mercado, ni la consola ni los videojuegos diseñados para ella funcionaron.

Otro de esos casos en los que se pensó que el éxito de la marca serviría para paliar la mala calidad del producto. Lanzado en 1998, poco tiempo después del estreno de Jurassic Park II: el mundo perdido, Dreamworks Interactive lanzaba este juego en primera persona que intentaba reproducir el terror y la tensión que supone estar en una isla llena de dinosaurios. La intención no era mala pero ni los gráfico, ni los controles ni las ridículas mecánicas del juego permitían tomarse en serio una historia cogida con pinzas.

Este título lanzado en 1999 tenía tantos problemas que se encuentra en pugna con el juego de E.T. el extraterrestre por el título de peor videojuego de la historia. La Nintendo 64 tenía clasicazos en su catálogoF, pero esta versión que Titus hizo del hombre de acero era todo lo mala que podía ser. Con unos controles imposibles, una animación que daba ganas de llorar y un nivel muy por debajo de sus coetáneos en todos los sentidos, Superman 64 ni se acercaba a hacerle honor al gran personaje de DC Comics.

Fue una apuesta arriesgada de SEGA que terminó bastante mal. Mad World era un videojuego de acción que destacaba por su estética de cómic, sus bajos fondos en blanco y negro al más puro estilo Sin City y su tono hardcore en el que la sangre lo bañaba todo. El juego fue lanzado en 2009 para Wii y en su conjunto resultaba entretenido y atractivo, pero enfocado a un público que no se correspondía con su plataforma. La consola de Nintendo se había alzado como una consola familiar y divertida para el público joven, por lo que ese tono “baño de sangre” no encontró tantos compradores como ellos esperaban. En este caso se trató más de un fallo de previsión que de una cagada en la realización del juego.

U-Draw

En 2010, THQ Studio apostó por la creatividad y sacó una tableta digitalizadora en la que dibujar como parte de un videojuego. En un primer momento apareció como complemento de Wii, consola un tanto diferente en la que encontró el nicho de mercado adecuado y consiguió buenas cifras. Sin embargo, al año siguiente de su lanzamiento y pensando que se repetiría lo ocurrido en la consola de Nintendo, THQ sacó U-Draw en Xbox 360 y PS3. El limitado catálogo de juegos en los que utilizar el U-Draw tampoco ayudó a subir las ventas y la tableta acabó siendo un fracaso más.
Imagen: Nintendo.

Duke Nukem Forever

Además de un fracaso en ventas, Duke Nukem Forever es uno de los juegos que más ha tardado en desarrollarse. Fue anunciado en 1997 pero no saldría a la venta hasta 2011, 15 años después, y con un estilo y jugabilidad que chirriaban desde el principio. El videojuego se había quedado anticuado antes incluso de su lanzamiento y eso hizo que los jugadores mostraran escaso interés. En su primer año no llegó ni a la mitad de las ventas previstas.
Sonic Boom

En noviembre de 2014 llegaron dos títulos distintos bajo este nombre, uno para Nintendo 3DS y otro para Wii U. Uno mantenía el planteamiento clásico de plataformas 2D mientras que el otro apostaba por la exploración en entornos tridimensionales pero más allá de esta diferencia, ambos coinciden en que supusieron un auténtico fracaso para SEGA. Con algo menos de 490.000 copias vendidas entre ambos títulos, Sonic Boom es el juego peor vendido de la historia del erizo azul.

No Man’s Sky

Ahora nos encontramos ante un caso un tanto particular. Lanzado en 2016, No Man’s Sky llegó a los mercados prometiendo una jugabilidad nunca vista y experiencias distintas para cada jugador. El hype fue inmenso y en las primeras semanas se vendieron como churros, por lo que no se puede decir que fuese un fracaso económico.

Sin embargo, la controversia llegó cuando los jugadores empezaron a comprobar que muchas de las promesas que Sony había hecho (como el ansiado modo multijugador o la calidad de los gráficos) eran mentira. Se llegó a hablar de estafa y muchas tiendas permitieron devolver el juego, provocando un refund masivo. Si bien es cierto que los parches posteriores han mejorado la experiencia, No Man’s Sky luce una mancha que difícilmente desaparecerá.

Periodista en construcción. Soy de los que puede mantener una conversación solo con frases de “Los Simpson” y de los que recuerda sus viajes por lo que comió en ellos. Es raro no pillarme con un libro o un cómic en la mano. Valhalla or bust.