Catalogado como un escape a la rutina, una terapia para el alma y el mejor promotor para la risa o la reflexión, el Microteatro Venezuela da paso a su vigésima segunda edición con 30 propuestas artísticas que relatan en 15 minutos la historia de personajes que viven sus vidas sentados al borde una montaña rusa de emociones.
Reírnos de nosotros, de nuestra rutina y hasta de las banales preocupaciones hacen la clave en la experiencia que regala de martes a domingo el Microteatro Venezuela en los espacios de Urban Cuplé.
Ante las limitantes recreativas en la ciudad capital, las improvisadas salas del teatro brindan al caraqueño la oportunidad de desprenderse del asfixiante teléfono móvil y conectarse con aquel artista que durante meses se han formado para encarnar a ese ideal del escritor, darle vida a lo planteado por el director y honrar el trabajo del equipo de producción.
A pesar de ello, el Microteatro Venezuela no escapa a la realidad económica de los ciudadanos. Motivo que ha permitido la inclusión de promociones en boletería con el fin de generar puntos favorables en audiencia y costear el pago de cada producción teatral.
Quienes durante seis días a la semana hacen vida en estos espacios recalcan que su norte es mantenerse de pie ante un público que merece disfrutar del arte. Para ellos, el mejor regalo es recibir el aplauso, respeto y reconocimiento de los asistentes.
A partir de las 6:15 de la tarde, de martes a domingo, los espectadores podrán sumergirse en un universo cargado de dramatismo, comedia, jocosidades y tragicomedia, en donde más de 70 artistas tienen el compromiso de hacer vivir y sentir durante 900 segundos que se encuentran fuera de su realidad.
