El comedor de la UPEL El Mácaro tiene más de un año cerrado

Luego de un año de paralización, el comedor de la UPEL El Mácaro presenta un ambiente desolador, ya que carece de presupuesto desde hace al menos dos semestres.

El comedor se mantiene cerrado desde hace un año

Ángela Bandres, coordinadora de bienestar estudiantil de la UPEL El Mácaro explicó que “en julio del año pasado teníamos la prestación del servicio por una compañía, en vista de que el plato de comida no aumentaba, ellos deciden renunciar, porque los costos les impiden hacer pago de personal, compra de productos, a pesar que el Gobierno suministraba los productos proteicos”.

Resaltó la coordinadora que “hay gastos que son absorbidos por las empresas prestadoras del servicio, como lo son desengrasantes, artículos de limpieza, personal, pago de empleados, para poder hacer el proceso del trabajo, el costo del plato no da para cubrir ese gasto”.

Resaltó también la profesora Bandres que “el plato tenía un costo de 10 bolívares, en el cual se repartían 600 platos diarios, es decir que la capacidad adquisitiva de la empresa era imposible poder sostenerse”.

De esta misma manera, explicó que el concurso para optar a la concesión del comedor de la universidad está abierto para las empresas que deseen trabajar; pero esas solicitudes han quedado desiertas por el precio a que les paga el Gobierno cada plato de comida.

Acerca de este asunto aseveró, “cuando las compañías o empresas preguntan cuál es el precio que paga el Gobierno es tan irrisorio, que ni siquiera un botellón de agua pueden comprar, el plato está en 70 bolívares, indistintamente que el Ejecutivo pueda proporcionar los proteicos y los víveres, eso necesita aliño, sal, y el proceso normal de manutención del mantenimiento del comedor”.

Recalcó además, “si bien es cierto la planta física del instituto mantiene lo que se refiere a electricidad, aguas servidas, pero se hace imposible en este momento que con los precios de costos que ofrece el Gobierno, y por la situación país que una empresa quiera hacer licitación en el comedor”.

HABLAN LOS ESTUDIANTES

Unas de las comunidades más afectadas en la institución son los estudiantes, ya que los mismos se beneficiaban del comedor porque aseguran que les simplificaba sus horas de estudio, cuando tienen materias después del mediodía en algunos casos, mientras que en otros utilizaban el espacio por no tener alimentos suficientes en sus hogares.

Acerca del tema, Nayllary Candela dijo, “esto tiene aproximadamente un año parado, fui beneficiaria del comedor, y era una ayuda para los estudiantes que tenemos clases en la tarde”.

De esta misma manera Yelitza Jiménez acotó, “es bastante difícil la situación con el comedor que tiene dos semestres sin funcionar y esto ha acarreado bastante problemas con los estudiantes que no tienen comida en sus casas y veían al comedor como una alternativa para poder alimentarse”.

Algunos de los estudiantes relataron que después del cierre del espacio de alimentación de la UPEL El Mácaro, ha bajado considerablemente la matrícula, asegurando que tan sólo en los espacios conviven 300 personas.

Blanca Mora, estudiante de Educación Rural comentó, “esos espacios no funcionan desde hace un año, lamentablemente los estudiantes somos los más afectados, aquí convivimos pocos, y bajó mucho más después que cerró el comedor, es impresionante, pero por esa situación bajó la matrícula”.

Ramón Narváez enfatizó, “lo último que llegó a ese comedor fue un cargamento de pollo, a todas estas nunca lo vimos, hay mucho manejo ilegal, más nunca hemos sabido de eso”.

El comedor estudiantil de la institución formadora de docentes se mantiene inoperativo, no sólo por la falta de empresas que presten el servicio, sino por el deterioro de las infraestructuras del techo que presenta filtraciones por todos lados.

Aunado a esto el espacio ha sido producto de hechos vandálicos donde se han llevado parte de los insumos que sirven para el funcionamiento del mismo.