Antiguamente, ¿cómo se detectaba el embarazo?

Hoy en día disponemos de una cantidad amplísima de procedimientos los cuales ayudan a diagnosticar si una mujer está embarazada o no, e incluso a saber el tiempo de gestación en el que se encuentra, pero, ¿te has preguntado cómo hacían en la antigüedad para diagnosticar un embarazo?

Las técnicas que usaban son realmente impresionantes, y muchas de ellas bastante creativas y hasta un poco locas… A continuación de mostramos algunas de las más usadas en los tiempos pasados.

¡Estás embarazada! La cebolla lo confirmó

El papiro egipcio de Carlsberg, el cual era en mayor parte de temática médica es el protagonista de esta increíble práctica.

En el se muestra uno de los métodos quizás menos agradables y más extraños de la humanidad, aunque era considerada una práctica ‘bastante sencilla’.

La prueba consistía en tomar un trozo de cebolla y dejarlo durante toda una noche en la vagina de la mujer, si al día siguiente esta conservaba su sabor original la paciente estaba embarazada.

Otras fuentes dicen que si la mujer amanecía con aliento a cebolla se consideraba que no estaba en cinta, y por el contrario si despertaba con su aliento sin este peculiar olor sí lo estaba, ya que de cierta forma el feto ”no dejaba pasar el olor de la cebolla hasta la boca de la madre”. 

La prueba de la rana

La prueba de la rana muy probablemente sea el método antiguo más cercano a los actuales tests de embarazo.

El punto más ”famoso” de esta prueba data para la década de los años 60, y consistía en inyectar orina de la mujer la cual quisiera ser diagnosticada bajo la piel de una rana, seguido de esto se esperaban algunas horas y si la ovulación de la pequeña rana se estimulaba, se incrementaba y esta empezaba a poner sus huevos se creía que entonces la mujer sí estaba embarazada.

Exámenes con conejos

Esta prueba quizás sea una de las más desagradables e incómodas.

El método era utilizado aproximadamente alrededor del año 1920, y consistía en tomar a un conejo no muy desarrollado, y de igual forma que con la rana inyectarle una dosis de orina de la paciente que quería descubrir si estaba o no embarazada, las inyecciones debían ser diariamente a lo largo de cinco días.

Una vez culminadas las inyecciones, mataban al animal y lo abrían para descubrir si a este se le había desarrollado alguna masa o protuberancia en sus ovarios, si esto pasaba significaba que la mujer efectivamente estaba en un embarazo.

¿Trigo o cebada? ¿niño o niña?

La prueba del trigo y la cebada es bastante curiosa, y tiene su origen en el imperio del Antiguo Egipto.

Las mujeres que creían estar embarazadas orinaban sobre semillas durante algunos días, si germinaba la semilla de cebada la mujer estaría embarazada de un niño, y por el contrario si germinaba la de trigo entonces el embarazo era de una niña.

Evidentemente, si no germinaba ninguna de las semillas no existía embarazo alguno. Una de las grandes incógnitas que se hacen muchas personas es si germinaban ambas semillas… ¿será que estaría esperando mellizos?

Por mucho tiempo se pensó que esta prueba no tenía ningún tipo de base científica y más que una prueba de embarazo parece un test para conocer el sexo del esperado bebé.

Sin embargo, en la década de los 60 un laboratorio descubrió que el 70% de la orina de las mujeres embarazadas germina, por tanto sí es una prueba de embarazo aunque no con un grado de confiabilidad muy elevado.