Falsos petejotas asesinaron de cinco balazos a ganadero

Pasadas las 10:30 de la noche del domingo, tres individuos ingresaron a una residencia ubicada en el sector Múcura de San Casimiro, vía a la población de Camatagua y asesinaron de cinco disparos a un ganadero, identificado como Yirvi Rafael Zurita Aguilar.

Falsos petejotas asesinaron de cinco balazos a ganadero
Foto/referencia

Los hechos ocurrieron mientras mi pareja dormía en la habitación matrimonial acompañado de su hijo de tres años“, dijo Rosmary Infante, quien en medio de su perturbación psicológica ante los hechos ocurridos en su residencia, manifestó a los periodistas que tres personas llegaron a su casa a través de un río ubicado detrás de la morada.

– Ellos llegaron a la vivienda, tocaron la puerta y uno de ellos se identificó como Luis. Nosotros tenemos un vecino que se llama así y yo, presumiendo cualquier cosa, me levanté para cerciorarme si le pasaba algo o necesitaba de nuestra ayuda, dijo.

– Luego que abrí la puerta, uno de los extraños visitantes preguntaron por Yirvi e inmediatamente uno de ellos me apartó hacia un lado. Seguidamente me preguntó con quién estaba en ese momento en la casa.

Después de una pequeña pausa le respondí lo siguiente: “Con mis dos hijos y mi esposo, pero él no se llama Jimmy”. Acto seguido los delincuentes se identificaron como funcionarios de la PTJ.

Minutos más tarde, Yirvi se levantó de la cama y me preguntó qué estaba sucediendo en la casa, a lo que le respondí rápidamente: “Son unos petejotas, mi amor toma entre tus brazos al bebé y así te proteges”.

“Ellos no te van a disparar”, seguí manifestando. Luego ingresaron a la habitación y le metieron cinco balazos a Yirvi, quien cayó muerto sobre la cama, adicionó la declarante. Los hechos sucedieron en presencia del bebé. Una vez que ejecutaron el acto criminal, los homicidas huyeron del lugar por el río, y se perdieron en medio de la oscuridad. Lo curioso del caso es que los funcionarios de ese cuerpo policial llegan a los barrios en vehículos y en este caso no sucedió así. Los delincuentes andaban vestidos de negro.

“Estuvimos preguntando a los habitantes de Múcura y Zuata que si habían visto un vehículo y nadie vio nada”.

Pase de factura

Prosiguió señalando que “el móvil del homicidio se orientaría hacia una venganza con mi suegro, quien se llama Jimmy“.

– Hace unos días atrás, el papá de mi esposo tuvo diferencias muy marcadas con unos individuos de la zona, quienes se encontraban sumamente molestos producto de que fueron víctimas de un robo.

Manifestó que Jimmy les respondió en un tono bajo: “Amigos, yo no soy responsable de los hechos ocurridos en su residencia”.

Apuntándolo con una escopeta, “los hombres lo conminaron a abandonar la zona, y en aras de evitar una desgracia, mi suegro se retiró todo molesto”.

Jimmy como Yirvi les gustaba jugar a las peleas de gallo y a la semana siguiente, un domingo, se vieron con el enemigo en la gallera. “Mi suegro irritado por los insultos, le clavó unos golpes a uno de ellos y él prometió venganza.

“De allí presumimos que los homicidas son del barrio y se identificaron como supuestos petejotas para amedrentarnos”, dijo.

Era ganadero

Comentó más adelante, “mi marido me dejó con dos hijos aún pequeños, y se desempeñaba como ganadero”.

“Trabajaba para mantenernos honradamente y ahora nos quedamos desprotegidos de él”, adicionó. Reiteró que desconoce la identidad de los homicidas e igualmente no le dio tiempo de fijarse en los rostros de los sospechosos.

Los hechos sucedieron muy rápidamente, mientras “yo estaba pendiente de mis hijos que no fueran a ser víctimas de esos individuos”, concluyó señalando que la investigación está en manos de los funcionarios del Cicpc de Villa de Cura. La familia espera que ese caso no vaya a quedar impune.

 

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
fotos | FAUSTINO PÉREZ