Una poblada enardecida, cansada de ser objeto de los constantes robos en los espacios de la Universidad Central de Venezuela, núcleo Maracay, en una práctica que es ilegal e inconstitucional, además penada por la legislación nacional, tomó la justicia por sus propias manos y linchó a un presunto delincuente, cuya acción irregular ocurrió en horas de la mañana del jueves pasado.
Los familiares que se acercaron en la mañana de ayer a la Morgue de Caña de Azúcar identificaron al individuo como Andrés Manuel Herrera Belisario, quien residía en el sector La Isabelica, en San Vicente al oeste de la ciudad de Maracay.
Margarita Herrera dijo a los periodistas que su hermano dejó tres hijos en la orfandad y de oficio soldador, cuya actividad era alternada con la de comerciante
Comentó que el pariente salió de la casa, acompañado de Rubén Darío Castillo, de 19 años de edad, y se dirigió a un sitio de la ciudad que ella desconocía para el momento en la mañana del jueves.
Y en la tarde “nos llegó la información que mi hermano había sido linchado por una poblada, cuando tumbaba mangos en la UCV. Su cadáver fue arrojado a la entrada del recinto universitario, donde está una vieja casilla de seguridad”. “Esa es la información que yo manejo”, dijo la señora.
Mientras que en la Universidad Central de Venezuela, se informó, de manera extraoficial, que dos individuos ingresaron a los espacios de esa casa de estudios y fueron descubiertos en flagrancia robando cables y objetos de valor.
Los estudiantes cansados de que la institución universitaria sea víctima de los constantes robos, se consignan las denuncias sobre tales hechos ante los cuerpos policiales y no hay respuestas a las querellas, una poblada enardecida tomó la justicia por sus propias manos.
Los jóvenes, de quienes se desconocen sus nombres, persiguieron a toda velocidad a los presuntos ladrones y a la salida del recinto académico les dieron alcance. Con palos, piedras, tubos, correas y cualquier otro objeto procedieron a imponerles un castigo corporal. Les cayeron como especie de pirañas.
Luego Herrera Belisario fue amarrado con un mecatillo amarillo en las defensas de la casilla de seguridad, cuando se presentaron varias comisiones policiales y salvaron del linchamiento a Rubén Castillo.
Poco después el soldador falleció a causa de la golpiza recibida en su organismo corporal. Su cadáver fue trasladado a la Morgue de Caña de Azúcar para la autopsia de ley.
Mientras que una comisión de la Base de Homicidios se encargó de las averiguaciones del caso. Se indicó que Castillo fue detenido y puesto a las órdenes del Ministerio Público.
Por otro lado, se informó que desconocidos ingresan frecuentemente a la universidad, llevándose luego cables de la telefonía, circuitos eléctricos, herramientas de trabajo y otros objetos, dejando a la institución al borde de un cierre técnico y además sacrifican animales.
Hay la denuncia de varias yeguas muertas y su carne es comercializada en varias zonas de Maracay.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
