Guisos y salsas se quedan sin tomate

Anteriormente era común oír en boca de cocineros y amas de casas frases como: “a mis guisos y salsas yo les pongo suficiente tomate” o “yo no cocino sin tomate”, por lo que este rubro, sin duda alguna, era uno de esos alimentos que formaban parte de la dieta básica de muchos venezolanos.

Pero en la actualidad, como es común, al igual que otros tantos rubros, el tomate es uno de esos ingredientes, que por lo general ha desaparecido de los platos en los hogares de nuestro país debido a su elevado precio.

En un recorrido por el Mercado Mayorista, se pudo constatar las dificultades que pasan tanto compradores como vendedores debido a la hiperinflación.
Ángel Medina, vendedor, dijo: “Vendo el tomate esta semana en 9 mil bolívares el kilo, y lo de dejo en 8 mil si es en efectivo, también soy uno de los que lo vende más barato, aquí dentro del mayorista”.

“En comparación con la oferta en otros lugares fuera del mercado, aquí es todavía comprable”, agregó Medina.

Por su parte, Jesús Olave, manifestó: “Yo vengo de las zonas agrícolas del estado Aragua y como campesino vendo un poco más económico, claro está, dependiendo del tamaño ya que los más pequeños los ofrezco hasta en 6 mil el kilo, pero los grandes si cuestan un poco más”.

HABLAN LOS COMPRADORES
Los consumidores que recorren diferentes lugares buscando ofertas, al abordarlos sobre el tema expresaron diversas opiniones que coinciden en la inaccesibilidad de los precios.
En este sentido, Carmen González, expresó: “No se nota mucho la diferencia, pues creo que, aunque aquí se venda un poco más barato que en otros lugares, igual no deja de ser caro para nuestro bolsillo, pues un sueldo mínimo no alcanza, para llevar todas estas cosas. Si sacamos cuenta, la mitad de una quincena se iría solo en un kilo de tomate y otra cosita”.

“Yo por eso tengo mucho tiempo que no lo uso, ya poco preparo comidas que lleven tomate o sencillamente no le pongo a los guisos y salsas, pues de igual forma, si al caso vamos, tampoco para el salado alcanza”, añadió González.

Por su parte, Ramona Del Valle comentó: “Yo veo que todo está igual de caro, por eso yo que antes me gustaba cocinar con bastante aliños y en mis comidas no faltaba el tomate y la cebolla, ahora tengo tiempísimo que no uso nada de eso, pues la verdad, el dinero no me alcanza para nada, solo algunas poquitas cosas, así que volveré a comer guisado, cuando se pueda”.

Finalmente, Del Valle destacó que, como mucho otros venezolanos, siente preocupación y angustia por la situación crítica del país, especialmente por la llamada hiperinflación, que priva de muchos alimentos a las familias; “ya a muchos nos tocará morirnos de hambre”.

JOSÉ LUIS BLANCO | elsiglo