Interpol emite orden de captura al otro homicida de la pareja peruana

Aunque no ofreció declaraciones a los periodistas, la señora que se acercó en la mañana de ayer a la morgue de Caña de Azúcar a retirar el cadáver de su hijo para su cristiana sepultura, identificado como Wisneikel Alexander Bravo Guandrón, alias “El Papo”, señalado como presunto autor material del doble homicidio cometido contra una pareja de empresarios del Perú, y muerto en un presunto enfrentamiento con funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana, habría comentado lo siguiente: “Yo estaba canalizando la entrega de mi hijo ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas”.

Interpol emite orden de captura al otro homicida de la pareja peruana
Los venezolanos llegaron a esta zona buscando un nuevo porvenir para su familia

“Yo esperaba el momento oportuno para comunicarme con los funcionarios y ellos vinieron por él cuando estuviera dormido. Sin embargo, las FAES adelantaron el procedimiento, ahora tengo a mi hijo muerto”, habría señalado.

“Hubiese preferido tenerlo preso para que pagara por su delito, menos muerto porque ahora no lo puedo ver físicamente sino a través de fotos”, señaló la señora a través de personas allegadas a su entorno familiar.

En todo momento la ciudadana, con su muñeca derecha enyesada, evadió el acercamiento de los reporteros, sólo se comunicaba con el gestor de los servicios funerarios y se retiró de los predios de la Morgue.

Las malas ajuntas

Por otro lado, se dijo de manera extraoficial que el muchacho, conocido con el alias de “El Papo” mantuvo en su adolescencia una conducta intachable y se desvió de las buenas costumbres gracias a “las malas ajuntas”.

“Se hizo amigo de unos sujetos, considerados unas lacras de la sociedad, que le torcieron el camino y lo conllevaron a convertirse en un presunto criminal”.

Ante la situación país, el padre del indiciado debió migrar hacia otros mundos, con la intención de mejor su nivel económico e igualmente lo hizo Bravo Guandrón. Viajó de Perú, acompañado de José Salcedo y después se trasladó al departamento de Arequipa.

Los esposos días antes del crimen, compartieron con sus victimarios

Allá consiguió trabajo en una hacienda propiedad de Javier Navarro de la Fuente y su esposa Susana Méndez. Los ciudadanos les ofrecieron alojamiento, comida y trabajo a los dos individuos.

Hambrientos por el dinero, Bravo y Salcedo planificaron asesinar a la pareja para quedarse con el dinero en dólares y soles, así como joyas en oro. Cometieron un horrendo crimen al torturar a sus víctimas.

Según la descripción del suceso, los sospechosos tomaron a la pareja y estando vivos comenzaron a desmembrarlos, luego quemarlos para luego cegarles la vida en tales circunstancias. Seguidamente enterraron los cadáveres.

Tenían pocos días

Para evadir su responsabilidad ante la justicia peruana, ambos jóvenes regresaron a Venezuela, y se ocultaron en la urbanización Arsenal. Tenían unos días alojados en el apartamento 2, en la torre 52 del referido urbanismo.

Familiares y amigos se mostraron consternados ante los hechos

La información sobre la muerte de la pareja Fuentes-Méndez se hizo viral tras difundirse por intermedio de las redes sociales un video, en donde se contenían datos muy precisos de los autores materiales con sus respectivos nombres, apellidos y las respectivas fotografías. Había señalamientos muy precisos.

Como los individuos se encontraban escondidos en ese apartamento, las redes de inteligencia social filtraron la información y llegó a los oídos de las FAES. Como se trataba de un caso de connotación internacional, los oficiales se trasladaron al urbanismo con la intención de practicar su captura.

De acuerdo a la información que se maneja, los funcionarios se acercaron al sitio y fueron sorprendidos por disparos, situación que se derivó posteriormente en un enfrentamiento.
Antes de que se apersonaran las comisiones de las FAES, José Salcedo Pérez, otro de los implicados del caso Caravelí, huyó del sitio. Ahora es buscado hasta “debajo de las piedras” para que rinda cuentas sobre sus actuaciones ante la vida.

Lo busca la Interpol

Se tuvo información del tribunal de la provincia que un juez de Caravelí dictó orden de captura contra dos venezolanos, señalados como presuntos homicidas de dos empresarios caravileños.

El juez de Investigación Preparatoria del Módulo Básico de Justicia de Caravelí, Jorge Sandoval Arenas, dictó detención contra dos ciudadanos venezolanos presuntos responsables del doble homicidio de la pareja de empresarios pisqueros de la provincia de Caravelí, Susana Elizabeth Navarro y Javier Ricardo Navarro de la Fuente.

Uno de los homicidas (izq) es buscado y el de la derecha cayó muerto en un enfrentamiento con las FAES

El juzgado de Caravelí, dispuso consecuentemente las órdenes de captura a nivel nacional e internacional para Wisneikel Alexander Bravo Guandrón y José Rafael Salcedo Pérez, a quienes se les acusa por homicidio calificado y robo agravado en agravio de los esposos Navarro, quienes fueron asesinados el pasado 28 de mayo en su hacienda vitivinícola, de donde se presume sustrajeron 45 mil soles que habrían recibido los empresarios como pago de una transacción realizada con una conocida empresa.

El juez Sandoval Arenas, no amparó el requerimiento de detención preliminar contra otro venezolano, identificado como José Luis Blanco Camacho, por no existir ningún elemento de convicción que lo vincule a estos actos delictivos. Esta medida se conoció ayer en la tarde.

Quienes eran los esposos De la Fuente Méndez

Asimismo se tuvo información preliminar que Javier Navarro de la Fuente y su esposa Susana Méndez de la Fuente, se trataba de unos ciudadanos muy conocidos en la región de Arequipa. Eran los propietarios del fundo Ponce, ubicado en el distrito de Caravelí, provincia del mismo nombre en la región de Arequipa. En esa propiedad los esposos tenían un viñedo en el que producían Pisco La Fuente. Es un aguardiente de uvas producido en el Perú.

Javier y Susana, conmovidos por la situación de muchos venezolanos, dieron alojamiento, comida y trabajo a Wisneikel Bravo y José Salcedo, quienes comenzaron a trabajar. Se comentó que “El Papo” era quien realizaba depósitos a los empresarios en los bancos de la región.

Con el transcurrir del tiempo, los sospechosos, atraídos por la avaricia económica y vivir cómodamente en Venezuela, planificaron el crimen cometido contra los dueños del fundo Ponce. Uno de ellos cayó muerto en un enfrentamiento con las FAES y Salcedo es buscado a nivel internacional.

 

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo