5 Cosas cotidianas que hacemos mal siempre

Por ser rutinarias, restamos importancia a muchas de las pequeñas acciones que realizamos cada día sin cuestionarnos si las hacemos bien o mal.

Deberías prestar atención para generar pequeños cambios positivos en tu vida:

1. Usar mucho jabón en la ducha

 

La piel se vuelve más seca con la edad y los jabones, al ser astringentes, la secan aún más. Utiliza la mínima cantidad de jabón y sólo en las zonas más necesarias como los pliegues. Para el resto del cuerpo el agua jabonosa que va cayendo es suficiente.

 

2. Trabajar sin planificar tus descansos

Todos tenemos unas horas especialmente productivas a lo largo del día durante las que nos resulta más fácil concentrarnos y trabajar a gusto. El problema es que no sabemos aprovecharlas porque no nos detenemos a identificarlas.

Si rindes bien en tu trabajo de once a una, no tomes el descanso a las 12. Planifica tus descansos en los momentos que no interfieren con tu ritmo de trabajo.

 

3. Contestar los ’WhatsApps’ de tu jefe

Es necesario poner límites entre la vida profesional y la privada lo antes posible, ya que cuanto más tarde más cuesta. Psicólogos señalan el peligro de llevar las relaciones profesionales a un contexto, como el de WhatsApp, en el que se manejan sobre todo las personales.

Además, si utilizamos WhatsApp en nuestra relación laboral con nuestro jefe, él podrá ver si hemos leído su último mensaje y si estamos dándole vueltas a la respuesta.

 

4. Añadir aceite al hervir la pasta

Añadir aceite al agua para la pasta hace que luego la salsa no se adhiera. La clave para que el espagueti no se pegue ni se apelmace está en utilizar la cantidad adecuada de agua: 1 litro cada 100 gramos de pasta seca y 1 litro y medio cada 100 gramos de pasta fresca.

 

5. Secarte las manos con papel

Se gastan kilos y kilos de papel de uso higiénico cada año, en los que se incluyen las toallas de papel de los baños públicos. Hay una técnica para ahorrar y cuidar así un poco más nuestro planeta: sacudir bien las manos antes de secarlas. Rudimentario, pero salva el mundo.