Evo Morales expresó que el FMI y EEUU están tras privatizaciones

El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Estados Unidos están detrás de privatizaciones que generan conflictos en países como Brasil y Honduras.

 

Evo Morales

Evo Morales advirtió de “lo que está pasando en la región, donde vuelve el neoliberalismo”, en una comparecencia en La Paz acompañado de dirigentes de la Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam), una agrupación de organizaciones afines al oficialismo en Bolivia.

Morales citó las movilizaciones “para evitar privatizaciones en educación en Brasil“, el “paro en Argentina” y recientes protestas en un Honduras “totalmente cortado, paralizado”.

El sector educativo protagonizó el mes pasado en Brasil protestas tras el anuncio de recortes de fondos en educación por parte del Gobierno de Jair Bolsonaro, que tiene en marcha un plan de privatizaciones de empresas y servicios estatales para mejorar las cuentas públicas.

En Argentina, el desempleo aumentó hasta el 9,1 por ciento en 2018 y el Gobierno mantiene con el FMI un acuerdo a tres años para recibir créditos por 56.300 millones de dólares, con un fuerte ajuste fiscal y límites a la intervención en el mercado cambiario. En Honduras, maestros y médicos iniciaron un paro hace días en contra de decretos gubernamentales que temen que conlleven privatizaciones y despidos masivos en educación y sanidad.

“El aeropuerto internacional, campo de batalla, caminos cerrados”, dijo el presidente boliviano sobre la situación en Honduras.

En este punto, Evo Morales aseveró que el FMI, “más el imperio americano, solo exportan conflictos”, debido a sus “políticas de privatizaciones”.

“El imperio”, como Morales suele referirse al Gobierno de Estados Unidos, “es pobres contra ricos, ricos contra pobres”.

Las declaraciones del mandatario boliviano se produjeron tras la reunión que habitualmente mantiene a comienzos de cada mes en la sede de Gobierno en La Paz con la Conalcam. El Gobierno de Bolivia suele cuestionar al FMI en sus informes sobre el país y el resto del continente.