Del triplete a un solitario título de Liga… la derrota el sábado en la final de la Copa del Rey ante el Valencia (2-1) tras la humillante eliminación en semifinales de la Liga de Campeones obliga al Barcelona a repensarse tras una temporada “con sabor agridulce”.
“Habrá novedades para el futuro”, advertía el presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, nada más acabar el encuentro en el estadio Benito Villamarín de Sevilla.
“La secretaría técnica trabaja en nuevos jugadores, habrá bajas”, añadió el mandatario azulgrana, tras un partido que evidenció la falta de gol y el envejecimiento del equipo.
El sábado, el capitán Leo Messi, tuvo que volver a tirar de un equipo que parecía seguir teniendo la cabeza en la dolorosa eliminación de Champions ante el Liverpool (3-0, 0-4), una herida que parece condenada a perdurar todavía en el tiempo.
El Barsa tuvo un 77% de posesión, pero le faltó intensidad y profundidad, que sólo empezó a tener cuando Messi, autor del único gol azulgrana decidió dar un paso adelante.
Messi y el central Gerard Piqué han sido dos de los pilares principales en que se ha sostenido esta temporada el Barça, en el que otros pesos pesados como Jordi Alba o Sergio Busquets fueron de más a menos.
Busquets multiplicó el sábado imprecisiones en los pases y Alba se vio superado, especialmente en la jugada del segundo gol, por la velocidad de Carlos Soler, dando señales de cansancio y envejecimiento.
El Barsa parece haber empezado a dar pasos en esa dirección con la llegada del joven centrocampista holandés Frenkie de Jong, de 21 años, mientras se buscaría también hacerse con los servicios del central también holandés Matthijs de Ligt.
El entrenador azulgrana, Ernesto Valverde, señalado tras la debacle en Anfield quedó más tocado después del naufragio el sábado en Sevilla, pero se mostraba con ganas de seguir y enderezar la situación.
“Me encuentro bien”, aseguraba Valverde, señalando que “los entrenadores estamos siempre dispuestos a darle la vuelta a las cosas”, pero su crédito quedó muy devaluado.
Suárez justificó la operación
El uruguayo Luis Suárez justificó ayer mediante un comunicado su intervención de rodilla que le obligó a perderse la final de Copa del Rey ante el Valencia. En un comunidado recordó que desde su llegada al Barcelona está “cien por cien involucrado”, así como que lo da “todo en cada entreno y en cada partido por este escudo”. Señaló que la lesión que le obligó a pasar por el quirófano “no tiene absolutamente nada que ver con el cartílago, sino a causa de una rotura de menisco que sufrí en la eliminatoria contra el Liverpool”.
