El cigarrillo es el mayor culpable de las muertes por cáncer

El cigarrillo contiene más de 4.000 sustancias químicas capaces de dañar diferentes órganos del cuerpo y desarrollar tumores en los 10 años siguientes al inicio de su consumo.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 22% de las muertes por cáncer en general están relacionadas con el uso del tabaco en todas sus formas, principalmente el de pulmón que mata anualmente a 1,69 millones de personas en todo el mundo.

Fumar también es causa de cáncer bucal, de garganta, nariz, esófago y vejiga, y contribuye con el desarrollo de otros tumores como el de riñón, páncreas, estómago y cuello uterino, además de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), bronquitis crónica y enfisema, afecciones tan peligrosas como el cáncer de pulmón.

Asimismo, es un factor de riesgo importante de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, degeneración macular, pérdida de la capacidad olfativa y de los dientes, inflamación en las encías, aumento de caries y de placa dental, entre otros problemas de salud.

Esto se debe a que el tabaco contiene más de 4.000 sustancias químicas, en su mayoría cancerígenas, entre las que se encuentran: el monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, amoníaco, acetileno, tolueno, cadmio, arsénico, acetona, cianuro, benceno y otros metales tóxicos, explicó la psicóloga Natasha Herrera, especialista en adicciones y vocera de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV).

Indicó que su principal ingrediente activo es la nicotina, una droga altamente adictiva que al inhalarse penetra profundamente en los órganos que forman parte del aparato respiratorio, de donde pasa rápidamente al torrente sanguíneo y es transportada a todo el cuerpo.

Efectos a corto y largo plazo

A propósito de celebrarse este 31 de mayo el Día Mundial de la Lucha contra el Tabaco, la psicóloga afirmó que “cuando una persona fuma los pulmones se inflaman de forma inmediata y permanente, y dependiendo de la cantidad, tipo de cigarrillo inhalado y el tiempo que tenga con este hábito, puede desarrollar un cáncer en los siguientes 10 años”.

En el corto plazo, “se pueden presentar más episodios de bronquitis crónica e infecciones respiratorias con cuadros de neumonías, tanto en fumadores como en los que no fuman, quienes tienen un riesgo igual y a veces mayor que los primeros”, señaló.

Herrera agregó que los recién nacidos que habitan en hogares contaminados por el humo de cigarrillo, tienen mayor riesgo de muerte súbita, alergias e infecciones respiratorias a lo largo de su infancia, porque su superficie corporal es menor y, por tanto, absorben más niveles de nicotina.

Cuando más temprano se deje de fumar, menores serán las posibilidades de contraer cáncer y otras enfermedades asociadas al tabaco. La vocera de la SAV señaló que los daños a corto plazo desaparecen a los tres meses de abandonar el hábito, mientras que las que llevan mucho tiempo fumando deben esperar 10 años para ver la recuperación.