Facebook cambia su reglas de livestreaming tras recientes acontecimientos

Dos meses después de que el hombre acusado de la matanza en una mezquita de Nueva Zelandia transmitiera en vivo por Facebook el ataque, la red social modificó las normas de esta funcionalidad.

A partir del miércoles, a las personas que infrinjan las “políticas más serias” de Facebook se les prohibirá de inmediato el uso de Facebook Live durante un período de tiempo, por ejemplo, 30 días.

La red social no especificó todas las reglas que usará para aplicar esa medida, pero apuntó a las normas que existen actualmente y que prohíben la propaganda terrorista en la red social. La prohibición se ampliará a otros temas en las próximas semanas, y la compañía dice que evitará que los mismos delincuentes compren anuncios.

Bajo la nueva política, el presunto atacante de Christchurch no habría podido transmitir la masacre de su cuenta en marzo, dijo un portavoz de Facebook a CNN Business. No precisó qué reglas habría violado previamente el supuesto tirador.

El video de Christchurch sigue en línea

La transmisión en vivo no es el único problema con los videos al que se enfrentan las compañías tecnológicas en casos de terrorismo. Tras el tiroteo en Christchurch, Facebook eliminó 1,5 millones de copias del video del ataque a la mezquita. Las imágenes también se difundieron rápidamente en YouTube y Twitter, y se compartieron en aplicaciones de mensajería privadas después de que las empresas tecnológicas las eliminaran públicamente. Más de un mes después del tiroteo, aún se pueden el video en varios sitios grandes.

Facebook dijo en su anuncio del martes que la detección de estos videos es un área que debe investigar más. También dijo que invertirá $ 7,5 millones en acuerdos de investigación con universidades para identificar mejor el contenido manipulado.

Se desconoce qué otras compañías se sumarán a la Christchurch Call, o si la iniciativa ayudará a las compañías tecnológicas a evitar la regulación del gobierno.

“Este llamado a la acción no solo tiene que ver con la regulación, sino con traer compañías a la mesa y decirles: ‘Ustedes también tiene un rol que jugar, y tenemos unas expectativas”, sostuvo Ardern.