El jamón, en cualquiera de sus presentaciones, la mortadela y demás embutidos se hacen cada vez más inaccesibles, tanto así que la mayoría de los consumidores que visitan un mercado o charcutería, ni siquiera voltean a verlos.
Es un hecho que cada día se hace más cuesta arriba rellenar una arepa, o hacer un suculento sándwich en los hogares maracayeros, y más si el relleno es jamón, queso amarillo o cualquiera de los rubros charcuteros.
Al respecto, Pedro Carpio, consumidor, resaltó: “Eso está de moda, ahora todo vale más, y estamos perdiendo cada día, ya no se puede comprar ningún embutido, eso es un abuso lo que están haciendo con nosotros“.
Por su parte, los comerciantes también se quejan por las bajas ventas y la poca demanda de los productos que comercializan debido a esta hiperinflación.
Sobre esta situación, Alberto Duarte dijo: “Las ventas del jamón, queso amarillo, guayanés, no se mueven, nos los ponen demasiado caro. Uno trata de buscar mejores precios entre los distribuidores, pero aun así está muy costoso, eso depende de la marca”.
Ante la situación, los consumidores están optando por otros rubros, especialmente para los desayunos y las meriendas, aunque las alternativas no abundan.
Al respecto opinó Mariana Delgado: “Ya se me olvidó el sabor del jamón y la mortadela, y esas cosas tengo mucho tiempo que no las compró, en estos momentos de crisis lo que está matando el hambre es la yuca y el mango”.
JOSÉ CARPIO G. | elsiglo
fotos | NAYELIS TORREALBA (Pasante)
