Sigue avanzando el proceso de desmantelamiento de la antigua Escuela Práctica de Agricultura “La Providencia”, ahora llamada Centro de Formación Socialista Agroecológico “La Providencia”, perteneciente al Inces Aragua.
Los trabajadores de esta institución con más de 86 años de historia se sienten vulnerados y en la calle, ya que las autoridades del Inces se han llevado el poco mobiliario existente sin ninguna explicación.
Al respecto, Blanca Riera, trabajadora, dijo: “Se han llevado todo el mobiliario o lo poco que quedaba, sin ningún tipo de consideración, sin ningún tipo de explicación, y sin embargo tenemos una matrícula aquí bastante baja debido a los golpes de la inseguridad, ya que se han llevado la materia prima, la maquinaria para trabajar, lo cual trajo como consecuencia la deserción de los alumnos”.
Asimismo, Riera expresó que “las autoridades se han llevado todo, el mobiliario, las computadoras, sillas, mesas; la biblioteca la desmantelaron, pero hemos perdido todas las autoridades desde el año 2016. En vista de eso, las autoridades deciden resguardar algunos bienes, pero no nos dan explicación de qué va a pasar con nosotros, en que estatus queda nuestra condición de empleados de esta casa de estudios, qué va a pasar con la escuela, y eso genera malestar entre todos”.
“Hasta el año pasado laboraban 111 personas pero hasta ahora solo quedan 59, muchos se han ido del país, de la matrícula estudiantil para técnicos medios agropecuarios apenas 40“, añadió.
Aclaró que en la EPA “hacemos cursos foráneos en todo las comunidades del estado, cursos cortos como gallinas ponedoras, explotador de conejos, elaboración de productos a base de tomate, es decir no es solo estamos acá, y hacemos certificaciones ocupacionales, de saberes empíricos, dándole valor a lo que la gente en sus comunidades desarrollan para que tengan un certificado Inces”.
Y mientras el desmantelamiento avanza en esta institución educativa reconocida en la región, los trabajadores esperan ser atendidos por las autoridades del ente, o al menos esperan ser notificados de lo que en el futuro inmediato va a suceder con sus puestos de trabajo, ya que están trabajando en un ambiente laboral devastado.
NEHOMAR J. AZOCAR S. | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA
