5 curiosidades sobre tu ropa que no conocías

Los objetos cotidianos forman parte de nuestra vida de tal forma que, a menudo, ni siquiera reparamos en esos pequeños detalles que los caracterizan. Entre ellos, los artículos de nuestro vestuario también cuentan con particularidades que no siempre conocemos y que tienen detrás alguna curiosidad muy interesante.

Así que hoy revolvemos en nuestro armario y te contamos cinco usos que desconocías de tus prendas de ropa. Seguro que alguna de ellos te sorprende y captará tu atención cuando te encuentres con él.

1. Bolsillo pequeño de los vaqueros

Ese pequeño bolsillo de los pantalones vaqueros, denominado «quinto bolsillo», es una particularidad que tiene su origen en el siglo XIX. Tal vez tú lo hayas aprovechado para guardar alguna moneda o billete doblado, pero ese no fue el motivo por que el que se diseñó.

Los vaqueros era utilizados principalmente por los cowboys y los buscadores de oro de California y uno de los objetos que llevaban siempre encima eran sus relojes de bolsillo. El pantalón fue diseñado de tal forma para poder guardar en ese bolsillito el reloj, sin que se moviera y sin que corriera peligro de romperse. Pero tiempo después, a principios del siglo XX, se le dio un nuevo uso tras haber caído en el olvido el reloj de bolsillo con la popularidad de los relojes de pulsera. Y es que el pequeño bolsillo era perfecto para guardar los mecheros Zippo.

2. Remaches de los vaqueros

Hay otra curiosidad sobre los pantalones vaqueros o jeans que tal vez no conozcas. ¿Te has fijado alguna vez en esos pequeños remaches metálicos? Si habías creído que se colocaban solo por motivos estéticos, estabas en un error. Estos remaches de metal fueron incluidos para que la tela fuera más resistente y se protegiera justo por donde solía rasgarse en las largas jornadas de trabajo.

3. Pompón de los gorros

Otro de esos artículos que podemos pensar que es así por motivos estéticos es el típico gorro con pompón. El pompón se cosía en los gorros de los marineros franceses, allá por el siglo XVIII, para evitar que se dieran coscorrones y golpes en la cabeza en los techos con poca altura que tenían los camarotes de los barcos. Pronto pasaron a formar parte de los uniformes y, según su color y forma, podía averiguarse a qué cuerpo pertenecía cada soldado.

4. Botones de las blusas

De nuevo el diseño fue responsable de una particularidad que tiene que ver con la ropa femenina. Y es que, si te has fijado alguna vez, este tipo de prendas para mujer tiene los botones en el lado izquierdo. Es bastante absurdo si tenemos en cuenta que la mayoría de la gente es diestra, por lo que resulta incómodo abrocharlos. Pero es que poner los botones en ese lado era representativo de determinada clase social, así que constituían un símbolo de estatus: quien te abrochaba los botones era tu doncella.

5. Tela y botón de prendas

Determinadas prendas de ropa que compramos, como camisas o cazadoras, traen en su reverso un pequeño trozo de tela en forma cuadrada con un botón de repuesto. El botón, como bien sabes, sirve como sustituto por si se te pierde alguno, pero tal vez desconozcas para qué es la tela. Pues se entrega para que se puedan probar los productos de limpieza en ella y comprobar si valen para la prenda o si esta destiñe.