El Gobierno venezolano dijo este martes en la ONU que ha «derrotado» un intento de «golpe de Estado» respaldado por Estados Unidos y varios países latinoamericanos, a los que acusó de buscar «sangre» para justificar una intervención militar.
«Este nuevo intento de potencias extranjeras para promover una guerra civil, abrir las puertas a una intervención militar e imponer un Gobierno títere en nuestro país fracasó», señaló el embajador de Venezuela ante Naciones Unidas, Samuel Moncada.
En una conferencia de prensa, Moncada defendió que se trató de “un intento muy peligroso, pero muy torpe, porque no cuenta con la voluntad popular, no cuenta con la mayoría de la nación, mucho menos las fuerzas del orden público y del Estado”.
El diplomático insistió en que el alzamiento se limitó a un reducido grupo de opositores y militares y que fue poco más que “una operación mediática de publicidad”.
Sin embargo, recalcó, podría haber tenido consecuencias peligrosas, al tratar de sacar a gente a las calles haciéndoles creer que había un movimiento mucho mayor del real.
Moncada aseguró que toda esa operación se “desinfló” y que el país vive en total “normalidad“, más allá de la zona de Caracas en la que se concentran manifestantes opositores.
Además, destacó la cautela de las autoridades en su respuesta y el hecho de que no haya habido ningún muerto durante la jornada, sugiriendo que Washington y sus aliados buscaban precisamente eso para tener un pretexto para actuar.
El embajador venezolano insistió en que Estados Unidos estaba al tanto de todo lo que iba a ocurrir y lo apoyó, junto a los líderes de países como Colombia, Argentina, Brasil y Chile, entre otros.
Por ello, hizo un llamamiento “a la comunidad internacional a rechazar este intento violento promovido por potencias extranjeras para destruir el orden constitucional de Venezuela”.
En ese sentido, aseguró que le gustaría que el asunto fuese abordado por el Consejo de Seguridad de la ONU, donde por ahora ningún miembro ha solicitado oficialmente una reunión.
Moncada arremetió además contra el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, después de que su portavoz pidiese moderación a las partes y no quisiese inclinarse claramente de parte del Gobierno ni de la oposición.
“Él no puede ser imparcial cuando hay un Gobierno reconocido en Naciones Unidas, que es nuestro Gobierno (…), y se hizo un intento de derrocarlo”, señaló.
EFE