Ejecutaron a líder comunitaria en su residencia en Revenga

Este lunes a las 10:00 de la noche, un grupo de antisociales, algunos de ellos portando capuchas y armas automáticas, ejecutaron a una líder comunitaria en el municipio José Rafael Revenga, informaron familiares a elsiglo.

Funcionarios del Cicpc practican una serie de allanamientos tras la búsqueda de los homicidas

La víctima se llamaba Glenis María Rodríguez Moreno, de 40 años de edad, madre de cinco hijos, de los cuales tres son menores de edad, y era una de las mujeres del sector El Porvenir, zona norte 1, parte alta, de la parroquia El Consejo, responsable en la entrega de los CLAP y líder comunitaria.

A través de su gestión comunitaria que desarrollaba a diario, esto sin percibir un centavo del Gobierno nacional, Rodríguez Moreno se ganó el afectó de mucha gente y a la vez sus enemigos ocultos ante la vida sin que ella lo supiera.

No le importaba eso, pues su intención era la de servir a la comunidad y quedar bien con todos, pues su lema que presagiaba a su familia era: “Hay que servir al prójimo sin mirar a quien, y Dios concede la victoria a quien se lo merece”.

No obstante, sus enemigos ocultos y llenos de envidia ante la popularidad que mantenía la señora Glenis, se acercaron a su humilde morada, y cuatro de ellos, portando capuchas, ingresaron a la casa. Para ese momento de la noche, el barrio El Porvenir se encontraba en tiniemblas producto de un apagón de horas, e inmediatamente los hombres sometieron a todos los presentes, incluyendo a los cinco hijos de la víctima y su compañero sentimental, así como otras dos personas.

Expresando consignas fuera de tono, los antisociales amarraron al menos 3 ó 4 ciudadanos, luego se dirigieron directamente a donde estaba la señora y en presencia de sus hijos y demás seres queridos, le efectuaron múltiples disparos en la cabeza, pecho y en las extremidades superiores, según la información aportada a elsiglo.

Su cuerpo ensangrentado quedó tendido en elpiso de la vivienda, en plena sala, y poco después los maleantes tomaron entre sus manos el cadáver de la mujer y se lo lanzaron a los ciudadanos que estaban amarrados.

De allí los esbirros se apoderaron de dinero en efectivo, alimentos que la familia había comprado durante el fin de semana, objetos de valor y equipos de sonido, línea blanca y otras cosas más. Minutos más tarde los homicidas abandonaron la casa, dejando un escenario manchado de sangre, dolor, sufrimiento entre los presentes y llanto. La novedad corrió como pólvora por todo el barrio.

Desafiando la oscuridad de la noche, los dolientes, tras soltarse de los amarres, se trasladaron a la sede del Comando de la Guardia Nacional en Sabaneta, denunciando tal ajusticiamiento. Sin embargo, allí fueron notificados que el asunto era competencia inclusiva del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística.

Y mientras se no restituyó el servicio eléctrica en la parroquia, los funcionarios del Cicpc no se movilizaron a la zona, dando inicio a las pesquisas correspondientes y levantando el cuerpo que fue conducido a la Morgue de Caña de Azúcar.

Los sabuesos sospechan que los autores de ese crimen, corresponden a las bandas de “El Luisito” y “El Gordiflón”. El móvil del homicidio podría orientarse a un presunto acto de venganza.

No obstante, los familiares no creen en esa versión, ya que la víctima era una mujer que no se metía con nadie sino todo lo contrario, muy servidora en el barrio y dedicada a la entrega de los CLAP. Una líder comunitaria.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo