En la tabla de la Bundesliga alemana de fútbol estaban separados por apenas un punto con seis partidos pendientes, pero el nuevo líder de la Liga, el Bayern Múnich, puede haber abierto una profunda grieta psicológica en el Borussia Dortmund, al que goleó el sábado por 5-0.
El Dortmund, hasta el sábado líder de la clasificación, llegó a Múnich con dos puntos más que el Bayern, pero no sólo se quedó atrás en la pelea por el título sino que quedó sumido en las dudas tras una humillación de 90 minutos.
“Esta derrota por 5-0 es difícil de digerir”, dijo el entrenador del Dortmund, Lucien Favre. “Nos dieron una lección”, reconoció. “El Bayern fue mucho mejor, mucho más rápido y jugaron con ritmo”, añadió.
Antes del descanso, el Bayern ya había marcado cuatro goles y podría haber anotado uno más en un primer tiempo que dominó por completo.
“Tuvimos una gran ocasión de gol al principio del partido”, indicó Favre. “Pero es difícil decir si el partido hubiera resultado distinto con un gol nuestro”.
Los goles pueden dar vuelta partidos, pero la incapacidad del Dortmund para defenderse ante jugadas básicas fue tan grande que sólo un fanático convencido podría creer que haber anotado el gol podría haber alterado en algo el resultado.
El Dortmund se vio también afectado por lesiones pero, más allá de lo vergonzoso de la derrota en Múnich, se mantuvo increíblemente bien ubicado en la tabla, ya que quedó sólo a un punto del Bayern en esta etapa de la campaña.
El Bayern se encuentra ahora por primera vez por delante del Dortmund en puntos desde el comienzo de la temporada, pero es consciente de que no puede dar nada por sentado después del empate ante el Friburgo la semana pasada.
“Creo que tuvimos un muy buen desempeño”, dijo el entrenador del Bayern, Niko Kovac. “Un gran desempeño durante 90 minutos. El primer tiempo fue especialmente sensacional en todos los sentidos”, explicó.
“Aún nos quedan seis partidos y ya vieron qué rápido puede cambiar la liga. Tanto al Dortmund como a nosotros nos esperan partidos muy, muy difíciles, por lo que no diremos que ya todo está decidido”, apuntó.
Kovac se encontraba bajo presión por una racha difícil en 2018 e incluso ahora, el presidente del club, Karl-Heinz Rummenigge, sigue negándose a darle garantías a largo plazo para mantener su puesto.
“Seremos campeones”, dijo Rummenigge cuando le preguntaron si un fracaso le costaría el puesto a Kovac. Aunque el veterano directivo también afirmó en declaraciones al canal Sky que nadie puede dar nada por sentado en el Bayern.
