Al menos 70 personas han muerto y 791 han resultado heridas desde el comienzo hace dos semanas de unas inundaciones sin precedentes en Irán, según los últimos datos facilitados hoy por los Servicios de Emergencia del país.
El director de Emergencias, Pir Hosein Kolivand, explicó a la agencia oficial IRNA que 45 de los heridos siguen hospitalizados y que las principales provincias que se encuentran ahora en alerta son las occidentales de Juzestán y Lorestán.
A esas regiones, en concreto a las localidades de Pol Dojtar y Maamulan, en el sur de Lorestán, limitando con Juzestán y dedicadas a la agricultura y la ganadería, se ha enviado un cuarto equipo de operaciones especiales de emergencia desde Teherán.
Kolivand señaló que al no haber acceso terrestre a estas zonas, se está suministrando la ayuda vía aérea a los equipos desplegados sobre el terreno.
El responsable de los Servicios de Emergencia informó además de que están trabajando para impedir que las inundaciones provoquen el contagio de infecciones, de las que todavía -agregó- no se ha registrado ningún brote en el país.
Las provincias más afectadas han sido Juzestán y Lorestán, en el oeste; Golestán y Mazandarán, en el norte; y Fars, en el sur. En esta última región, 21 personas murieron y 164 resultaron heridas debido a una riada en la ciudad de Shiraz los pasados 25 y 26 de marzo.
El presidente iraní, Hasan Rohaní, acusó hace dos días a Estados Unidos de impedir con sus sanciones económicas la llegada a Irán de ayuda humanitaria para aliviar la crisis causada por las inundaciones, lo que calificó de «crimen sin precedentes».
EFE