“Sabio no es aquel que acumula muchos conocimientos y experiencias sino el que sabe utilizar de forma efectiva cada cosa aprendida y sabe ignorar con inteligencia todo aquello que no le es útil”. ¡Cuánta verdad!
Y es que, si seguimos enfrascados en cosas que no nos sirven no podemos avanzar como personas: “Sabiduría es saber diferenciar el lastre de lo que realmente nos da energía. Vivir es tener claro lo que es importante”.
Parece sencillo pero no lo es
Por desgracia centrarse en las cosas útiles es más difícil de lo que se lee. Los seres humanos tenemos una asombrosa capacidad para poner más atención en las cosas que no están sucediendo que en el aquí y el ahora. Nos pasa a todos y está comprobado en un estudio hecho por el doctor Daniel Gilber, de la Universidad de Harvard.
El arte de saber ignorar
Saber ignorar con inteligencia supone en muchos casos alejarnos de ciertas situaciones e incluso de personas. Estamos ante un acto de valentía que debe venir precedido por un tipo de discriminación meditada. Y pocos se atreven a hacerlo.
Ignorar personas es saludable
Un estudio publicado por la revista Livescience asegura que las relaciones personales que nos causan estrés o sufrimiento afectan nuestra salud mental. ¿La solución? Aprender a ignorar personas, escoger tus batallas y no darle importancia a los que nos hacen daño.
Ignorar con inteligencia es “dar el avión” con elegancia.
Sigue estas sencillas reglas.
- No te preocupes por las cosas que no puedes cambiar, no está en tus manos.
- Ignora las críticas destructivas y aumenta tu propia confianza.
- Aprende a identificar los actos de chantaje disfrazados de supuesto altruismo: “lo que hice por ti”, “eres lo más importante” y tómalo como lo que son: hipocresía.
- Cuanto más ligero, mejor: Es mejor contar con verdaderos amigos a acumular gente.
- Atrévete a tomar decisiones valientes y en armonía con tus propias necesidades.
