La mayor parte de Caracas trata de retomar este martes sus actividades entre cortes de electricidad, protestas en algunos barrios y una media jornada laboral como parte del racionamiento eléctrico, mientras varias zonas de Venezuela siguen sin luz.
La principal vía de transporte de la capital, el metro, comenzó a prestar servicio en su horario regular lo que ha mejorado las condiciones de movilidad de los caraqueños que durante el lunes se enfrentaron a largas caminatas y horas de espera en paradas para poder trasladarse en los escasos autobuses que hay en la capital.
Algunos comercios, que también resultaron afectados por los masivos apagones registrados en marzo, también han comenzado a abrir sus puertas, aunque otros las mantienes cerradas.
Los colegios aún no imparten clases, pero hay universidades privadas que retomaron sus labores pese al asueto obligatorio ordenado desde el Gobierno de Nicolás Maduro.
El suministro del agua aún no se ha restablecido con total normalidad, aunque en algunas zonas de la cuidad ya comienza a llegar.
Este martes de nuevo se producen algunas protestas en lugares populares como Petare.
Hay sectores de Caracas y otros estados que se mantienen sin luz, incluso desde la semana pasada.
ESTADOS DEL PAIS AUN SIN LUZ
Testigos en los estados occidentales de Zulia, Trujillo, Mérida y Falcón dijeron a Efe que no cuentan con el servicio eléctrico y de agua desde el pasado viernes.
En el oriente, localidades del estado Anzoátegui como Anaco o Bruzual ya cumplen 30 y 40 horas sin luz, respectivamente, informó el gobernador de la región, Antonio Barreto Sira en su cuenta de Twitter.
Aunque no hay información oficial sobre la situación del resto de la situación del resto de los estados, en las redes sociales usuarios reportan falta de luz en estados del centro del país como Aragua o Carabobo.
En el país se aplica desde el domingo un racionamiento eléctrico del que no se conocen detalles ordenado por el presidente Maduro luego de los masivos apagones registrados en marzo, que según dijo, fueron producto de «actos terroristas» contra la principal hidroeléctrica del país, el Guri, ubicada Bolívar (sur).