Murió asfixiado al caer por un hueco de unos 10 metros de profundidad

Un ciudadano que respondía al nombre de Enrique José Romero, de 28 años de edad y domiciliado en el callejón El Canal del barrio 23 de Enero, en la ciudad de Maracay del municipio Girardot, murió asfixiado tras caer por un hueco de unos 10 metros de profundidad.

El suceso ocurrió este jueves a las 3:00 de la tarde frente a una residencia, situada en la calle Campo Elías del sector Santa Rosa, en la ciudad, informaron familiares.

De acuerdo a los datos recabados, el hombre se trasladó a la referida comunidad a visitar a su abuela, y luego se dirigió a la calle Campo Elías, donde un ciudadano está perforando un pozo de agua.

Sin solicitarle su ayuda y con las ganas quizás de ganarse unos “churupos”, Romero le manifestó a la persona que él tenía conocimiento de perforaciones de pozos, por cuanto trabajaba con su padre.

De tanto insistir, el hombre aceptó el ofrecimiento del joven y le pidió que se colocara los arneses – a la altura de la cintura- como medidas de seguridad y además le notificó que descendiera a la profundad del hoyo, pero con la utilización de un mecate, apoyado con un instrumento mecánico, llamado polea. Sin embargo Enrique José respondió que “no era necesario”.

“Soy joven, tengo fuerza y puedo descender al abismo apoyándome con los brazos y piernas de las paredes”, dijo. Y así lo hizo.

Bueno…eso se ve sólo en las películas de ciencia ficción del Hombre Araña o las comiquitas.
Comenzó a descender lentamente como si fuese a rapel, pero cuando iba por la mitad, el obrero sintió que las fuerzas lo abandonaban e incluso se puso pálido ante la falta de oxígeno.

Seguidamente pidió la ayuda e inmediatamente los compañeros se acercaron violentamente a la orilla del pozo ofreciéndole el apoyo para salvarlo. Bajaron una polea para que se apoyara en ella y cuando faltaba poquito para sacarlo, sus amigos procedieron a agarrarlo del cuello de la franela.

Enrique José Romero, muerto

De pronto se rompió la tela y el trabajador se vino al vacío, cayendo en la profanidad del agujero. Se llamó de inmediato a los bomberos y éstos acudieron al sitio, lográndolo rescatar aún con vida.

De allí lo trasladaron rápidamente al Hospital Central de Maracay, en donde lo atendieran los médicos, pero dejó de existir en el trayecto.

Se sospecha que el obrero falleció a causa de una asfixia por falta de aire y politraumatismo generalizado. El cadáver fue trasladado a la Morgue de Caña de Azúcar para la autopsia de ley y determinar legalmente la causa del deceso.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo

fotos | FAUSTINO PÉREZ