Tras el cierre de los puentes fronterizos entre Colombia y Venezuela, desde el pasado 23 de febrero, cientos de personas que a diario necesitan pasar de Ureña a Cúcuta se ven obligadas a usar trochas como la de El Escobal sobre el río Táchira.
Aunque no existe una cifra real, algunas organizaciones no gubernamentales y relatos periodísticos indican que son miles los pacientes y estudiantes que deben cumplir con esta travesía, ante el cierre de los pasos internacionales
Son reiterados los videos de reporteros quienes han expuesto la situación de muchos niños venezolanos que viven en las localidades de Ureña y Santa Elena de Uairén, y que deben atravesar penurias y correr riesgos como ser llevados sobre barcas u otros instrumentos rudimentarios para evitar mojar sus uniformes y asistir a clases debido al cierre de la frontera colombo-venezolana.
Asimismo, han señalado el continuo paso de pacientes renales a Cúcuta, para no interrumpir la diálisis de la que dependen sus vidas.
