Más de una década hacía que los Philadelphia 76ers no conseguían asaltar la cancha de los Oklahoma City Thunder.
Concretamente marchaban 10 años, tres meses y 15 días de derrotas para los Sixers hasta que consiguieron acabar con la racha imponiéndose por 104-108 al tercer mejor equipo de la Conferencia Oeste.
Sin Joel Embiid, que todavía sigue lesionado, la responsabilidad recayó sobre los hombros de Tobias Harris y Ben Simmons, que lideraron el triunfo de Philadelphia. El ala-pívot firmó su mejor partido con la camiseta de los Sixers con 32 puntos y cinco rebotes que le sitúan como uno de los mejores debutantes de la historia de la franquicia al lado de leyendas como Wilt Chamberlain o Moses Malone.
Por su parte, Simmons firmó un nuevo triple-doble, el vigésimo-primero de su carrera, con 11 tantos, 13 rechaces y 11 asistencias. A la edad de 23 años, sólo Oscar Robertson (38) y Magic Johnson (31) habían sumado más triples-dobles que el jugador australiano de los Sixers.
Jimmy Butler completó el trío de jugadores destacados de Philadelphia con 20 puntos, ocho rebotes y ocho pases de canasta. Por los Thunder, Paul George no jugó por molestias en el hombro derecho, y ni el triple-doble de Russell Westbrook (23 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias) ni los 23 tantos de Jerami Grant fueron suficiente para evitar la derrota.