Astrobiólogas de NASA recrean el ambiente de los primeros días de la vida en la Tierra

Uno de los grandes misterios de la ciencia es cómo comenzó la vida en la Tierra. La evidencia sugiere que ocurrió en lo profundo del mar muy por debajo del alcance de los rayos solares. Por eso un equipo de astrobiólogos de NASA han recreado esas condiciones que podrían haber llevado a esa chispa inicial. 

Una de las hipótesis sobre los orígenes de la vida tiene que ver con los respiraderos hidrotermales: grietas en el fondo del océano, a menudo asociadas con la actividad volcánica, donde el calor se escapa de las profundidades de la Tierra.

Ahí abajo, las bacterias se agrupan alrededor de la energía química producida en estos lugares, como la reacción entre el sulfuro de hidrógeno de los respiraderos y el oxígeno del agua de mar que lo rodea, para producir moléculas de azúcar que sirven de alimento.

Una vez que existen las bacterias, otros animales pueden alimentarse de ellas y de los nutrientes que producen, y así toda la cadena alimentaria puede prosperar en la oscuridad. Este proceso puede haber ocurrido en los primeros días de la Tierra.

Por otra parte los investigadores de NASA creen que algunas de las lunas de hielo del Sistema Solar, como Europa de Júpiter y Encelado de Saturno, podrían albergar respiraderos hidrotermales en los océanos líquidos bajo sus gélidas cortezas.

Para investigar las condiciones más de cerca, la astrobióloga Laurie Barge y su equipo construyeron fondos marinos en miniatura en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de NASA, llenando cubetas de precipitación con mezclas que imitan las condiciones de los mares primordiales, basados en el registro fósil. Esperaban, que actuaran como viveros para cultivar aminoácidos, los bloques de construcción a partir de los cuales se forman las proteínas.