Los pasos fronterizos de la ciudad colombiana de Cúcuta con Venezuela vivieron este lunes una nueva jornada de tensión entre encapuchados y guardias venezolanos, mientras que en Bogotá el Grupo de Lima pidió nuevos comicios para el país suramericano y descartó la intervención militar.
Tal como sucedió en los dos días anteriores, encapuchados se enfrentaron con piedras a las autoridades venezolanas, que respondieron con perdigones y gases lacrimógenos, para clamar por el ingreso de la ayuda humanitaria a su país.
En el puente internacional Simón Bolívar, el principal paso fronterizo entre ambos países y que comunica a Cúcuta con San Antonio del Táchira, los choques se iniciaron temprano y, como el día anterior, los manifestantes se subieron a la estructura desde un costado para tratar remover el camión que atravesaron desde el lado venezolano.
Los encapuchados lograron parte de su cometido y lanzaron al río Táchira, que divide a ambos países, la cisterna del vehículo.
TARDE DE TENSIÓN
Sin embargo, la tensión aumentó horas más tarde cuando comenzaron a disparar más seguido y cuatro personas resultaron heridas, según informó el subcomandante de la Policía de Cúcuta, coronel Francisco Gélvez.
Uno de esos heridos fue un joven que recibió el impacto de un perdigón en el ojo, por lo que quedó inconsciente y tuvo que ser llevado de inmediato a un hospital.
Según un hombre que acompañó al herido hasta la ambulancia, el impacto del perdigón le rompió las gafas que llevaba para proteger sus ojos.
Frente a esta situación, intervino el escuadrón móvil antidisturbios de la Policía colombiana (Esmad), que sacó a los manifestantes de la zona y controló la situación.
EN UREÑA
En otro paso de Cúcuta con Venezuela, el puente Francisco de Paula Santander, que también fue cerrado por los disturbios del sábado y que conecta a la ciudad colombiana con Ureña, encapuchados que estaban bajo la estructura pidieron a los miembros de la Fuerza Armada venezolana que desertaran para luchar juntos por ese país.
«Estamos llamando a los militares de aquel lado para que vengan y que aquí los vamos a apoyar, que lo hagan por sus niños, por sus padres», dijo a Efe uno de los encapuchados, de apenas 17 años, quién pidió que su nombre no fuera mencionado.
Y es que ayer, por ambos pasos y por las «trochas», corredores ilegales usados normalmente por los criminales, fueron varios los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) los que desertaron.
En los pasos ilegales cercanos al Simón Bolívar y por el mismo puente, al menos unos siete militares desertaron, entre ellos dos miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que llegaron hasta Cúcuta con sus perros antiexplosivos.
En el Francisco de Paula Santander apareció el militar desertor Rafael José Zavarce, quien dijo a Efe que sus compañeros de la Fuerza Armada deben rebelarse y reconocer a Juan Guaidó, jefe del Parlamento y quien se proclamó mandatario encargado, como presidente legítimo del país.
«Yo les hago un llamado a todos los militares que se encuentran en Venezuela: les ratifico y les digo que no tengan miedo, que ya es hora, ya es hora de tomar las armas con el pueblo que todavía quiere a Venezuela, que necesitamos una patria libre, una patria que sea soberana como lo era y solía ser», sostuvo.
REFUGIO IMPROVISADO
Por otra parte y con la mirada puesta en las indicaciones que llegaran de Bogotá para el paso de la ayuda humanitaria tras la reunión del Grupo de Lima, algunas personas improvisaron un refugio frente al puente fronterizo de Tienditas, donde hay almacenadas toneladas de medicinas y alimentos para Venezuela.
Ese es el caso de Emilia, una mujer que decidió usar un nombre ficticio cuando habló con Efe por temor a represalias del Gobierno de Nicolás Maduro cuando regrese a Venezuela.
«Estamos a la espera de qué es lo va a ocurrir para devolvernos, aunque muchas personas han decidido devolverse por la ‘trocha’, hoy en horas de la mañana mujeres que tenían niños o que sienten la desesperación por regresarse al país han decidido cruzar la frontera por el río, a pie», aseveró.
El Grupo de Lima se reunió en Bogotá y pidió una vez más que se celebren elecciones en Venezuela, alejando la opción de una intervención militar.
En esta línea se manifestó el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, quien aseguró que su país ha abogado por «soluciones pacíficas», mientras que su homólogo de EE.UU., Mike Pence, mostró su confianza de que en Venezuela haya una «transición pacífica a la democracia».
EFE