FAES aprehendió a individuo que robaba posadas en Ocumare

Por el delito de robo agravado, funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana, detuvieron a un individuo que mantenía constantemente en jaque a los habitantes del municipio Costa de Oro, especialmente con el robo y hurto de posadas.

La aprehensión se materializó el sábado pasado a eso de las 6:30 de la tarde en esa jurisdicción y el sospechoso fue identificado como Warner Jesús Madero Bello, de 20 años de edad.

De acuerdo a la denuncia, el presunto delincuente, junto con otro maleante, ingresó a una residencia armado con un cuchillo y sometió bajo amenazas de muerte a un ciudadano.
Los antisociales amarraron a su víctima y la encerraron en uno de los cuartos, mientras pasaban “raqueta” a todo lo que conseguían a su paso. Una vez que consumaron los hechos, los ladrones huyeron con todos los bienes del denunciante.
Como pudo la persona logró desatarse de las amarraduras y cuando salió a la calle a consignar la denuncia, observó una comisión de las FAES que pasaba por la zona querellándose sobre lo ocurrido.
El denunciante facilitó los datos físicos de los antisociales y poco después los funcionarios observaron a uno de los sospechosos, quien, durante los interrogatorios, confesó su participación en el robo de la quinta.
Incluso reveló la identidad y dirección de su compinche de andanzas, además dio detalles donde había ocultado los objetos de valor. Y en efecto, las comisiones policiales recuperaron parte de lo robado.
Se logró ubicar dos televisores, un aire acondicionado, un ventilador, dos protectores de voltaje y otros bienes robados.
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Del caso tuvo conocimiento la Fiscalía 28º del Ministerio Público para la instrucción del expediente ante un tribunal del Circuito Judicial del estado Aragua para la imposición de sanciones.
La fuente comentó que las FAES busca al otro antisocial que se ocultó en la zona montañosa con la intención de evadir la justicia. Pero tarde o temprano tendrá que rendir cuentas de sus acciones irregulares ante la vida.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo