La policía local informó este domingo que al menos 20 personas perdieron la vida y otras 71 resultaron heridas en un atetado ocurrido en una iglesia católica en el sur de Filipinas.
Un portavoz militar explicó que se registraron dos explosiones en el templo, una se produjo en el momento en el que los asistentes de misa salían de la iglesia y la otra ocurrió en el aparcamiento cuando las fuerzas de seguridad respondían al primer atentado.
La mayoría de las víctimas resultaron civiles, sin embargo siete soldados presentes en la zona después de la primera detonación perdieron la vida. Por otra parte, fuentes oficiales revelaron la cifra de 27 muertos, rebajándola después a 20.
Según el último recuento de las Fuerzas Armadas y la Policía, fallecieron 15 civiles y cinco soldados en lo que se consideró un ataque de grupos terroristas, el cual dejó 81 heridos -65 civiles, 14 soldados y dos policías-.
El ataque ocurrió en la localidad de Jolo, a unos 1.000 kilómetros al sur de Manila, y tuvo lugar días después del plebiscito para la creación de una región autónoma musulmana en el sur del país, bautizada Bangsamoro y concebida como solución pacífica a cinco décadas de conflicto separatista en la zona musulmana de la isla de Mindanao, que se ha cobrado la vida de unas 150.000 personas.
