Decenas de caballos salvajes mueren de sed en la ola de calor de Australia

Cuando Ralph Turner llegó a su lugar habitual de natación, Deep Hole, a unos 19 kilómetros de la remota comunidad Letyentye Apurte (Santa Teresa) en el Territorio Norte de Australia, no podía creer lo que veía.

El pozo de unos 100 metros estaba seco y los cuerpos de decenas de caballos salvajes estaban tendidos a lo largo del espacio.

“No podía creerlo. Nunca había visto algo así. No paré a contar, pero había montones y montones. Fue devastador”, dijo Turner a CNN. “No puedo dejar de pensar en cómo murieron, desesperados por el agua en esta ola de calor. Los caballos solían ser buenos y fuertes hace un par de años”.

Rohan Smyth, un portavoz para medios de la comunidad aborigen local, dijo que los animales sedientos buscaban agua y, al no encontrarla, no tenían a dónde ir.

“La gente de la comunidad local se ocupa de los caballos salvajes. Están muy preocupados por el bienestar de los animales salvajes locales”, le dijo a CNN.

El Consejo Central de Tierras (CLC), un organismo que defiende a los aborígenes en Australia Central, dijo en un comunicado que debía practicar la eutanasia a más de 50 caballos más cerca del pozo porque estaban a punto de morir.

“Caballos y otros animales salvajes mueren de hambre y sed porque muchas fuentes confiables, como Apwerte Uyerreme, se han secado debido a la ola de calor y las áreas superpobladas de animales salvajes sufren erosión y pérdida de vegetación”, dijo el consejo en el comunicado.

El CLC dijo que planeaba sacrificar a otros 120 camellos, caballos y burros que morían de sed en otra comunidad remota.