Es algo evidente: las parejas no son todas iguales, por supuesto no todas necesitan lo mismo que otras, y es algo completamente respetable.
Sin embargo, puede que te haya llamado la atención que hay un tipo de parejas que pueden ser felices, pero que jamás pasan tiempo a solas, que le dedican el total de su relación a estar rodeados por otro tipo de personas, incluso en su día a día.
No significa que ellos estén necesariamente separados, sino que acuden juntos a todas partes, sin reservar un tiempo como es necesario para estar únicamente el uno con el otro.
Esto puede deberse a varios factores.
Simple costumbre.
A veces nos empeñamos en buscar razones demasiado complicadas para hablar de cosas que no lo son tanto.
Muchas parejas tienen por costumbre estar siempre con ambas familias, con amigos comunes, con compañeros de trabajo…
Y, simplemente por eso suelen pasar mucho más tiempo acompañados que solos, sin que eso signifique especialmente nada.
Una costumbre más dentro de su relación de pareja.
Necesidad de compañía.
Otros, por el contrario, establecen de esta manera su relación de pareja porque juntos se aburren, no saben qué hacer, y necesitan estar con más personas.
Por eso, necesitan una reunión de personas alrededor para no quedarse nunca solos.
Miedo a la rutina.
Para muchas parejas, esta palabra es la más temida.
Hacer siempre lo mismo con su pareja, estar solos y tener que compartirlo todo es algo terrible para ellos.
Por eso, prefieren estar con distintos grupos de personas que hagan que esta palabra se aleje por completo.
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Decisión unilateral.
Y luego están esas parejas que sí desearían estar tiempo solos, pero uno de ellos es el que no quiere, y simplemente se resigna.
En este caso, hay que abrir una conversación para que esto no llegue a ser un grave problema.