A través de los familiares, en horas de la tarde del jueves se logró la identificación de las tres personas muertas en un presunto enfrentamiento con funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, adscritos al Comando Nacional de Antiextorsión y Secuestro, Conas, con sede en la ciudad de Caracas.
Por intermedio de las comparaciones fotográficas y detalles físicos, los dolientes identificaron a sus seres queridos como Juan Carlos Mercado Conrado, Edgard Jesús Madrid y un tercer individuo que era conocido como Carlos, cuyo apellido no fue revelado a los periodistas.
Sus restos serán retirados de la Morgue en el transcurso de las próximas horas para su cristiana sepultura en el Cementerio Municipal de José Félix Ribas.
Como se informó a través de fuentes ligadas al caso, durante la noche del pasado miércoles se registró un presunto enfrentamiento entre un grupo de desconocidos y funcionarios del Conas, donde tres de los sospechosos resultaron heridos y en aras de garantizarles sus vidas fueron trasladados a un centro asistencial de la localidad para su atención correspondiente, pero fallecieron a los pocos minutos.
Se conoció de manera extraoficial que el dispositivo de seguridad se llevó a cabo en la zona agrícola de Pie de Cerro, en la vía que conduce hacia la Colonia Tovar, cuando las comisiones castrenses efectuaban labores de patrullaje e inteligencia, así como también investigando otros hechos en aras de preservar la seguridad de los pobladores, tomando caños y áreas boscosas desde tempranas horas del día.
Transcendió que las comisiones al momento del recorrido observaron la actitud sospechosa de varios individuos, a quienes les dieron la voz de alto y éstos de inmediato desenfundaron sus armamentos y emprendieron fuego en contra de los uniformados, quienes se vieron en la imperiosa necesidad de repeler la acción, ocasionando el intercambio de disparos.
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Seguidamente los individuos emprendieron la huida, pero tres de estos quedaron atrapados en la balacera y cayeron gravemente heridos, por lo que rápidamente fueron llevados hasta la sala de emergencias del hospital José María Benítez, donde fueron atendidos por los galenos de guardia, pero debido a la gravedad de sus múltiples heridas y pese a los cuidados de los médicos tratantes, murieron al poco tiempo de ser ingresados.
Los cuerpos fueron trasladados por los funcionarios de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas a la Morgue de Caña de Azúcar para la autopsia de ley.
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