La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, pidió hoy públicamente “amor y virtud”, para “trabajar todos juntos”, en medio de una crisis sociopolítica que ha dejado cientos de muertos en protestas contra su esposo, el presidente Daniel Ortega.
“Pedimos para nuestra Nicaragua, amor y virtud, y que se hunda y caiga todo lo malo, y que podamos trabajar todos juntos para edificar todos los días esperanza, vida”, dijo Murillo, a través de medios del Gobierno.
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Nicaragua vive momentos de alta polarización política, como producto de la crisis que afecta al país, y que ha dejado entre 325 y 561 muertos desde el estallido social del 18 de abril pasado, así como cientos de desaparecidos, más de 600 presos políticos, miles de heridos y decenas de miles de exiliados, tras protestar contra Ortega, según organismos humanitarios.
Por su parte, el Gobierno de Nicaragua reconoce 199 víctimas mortales y 340 presos y sostiene que ha superado un “golpe de Estado fallido”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) insiste en que el Gobierno de Nicaragua ha cometido crímenes “de lesa humanidad” desde abril pasado, contra los manifestantes.
Actualmente, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) está en proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana (CDI) a Nicaragua, por considerar que las acciones del Gobierno rompieron el orden constitucional. EFE
