Escuchar a José Luis Rodríguez cantando con mariachis es un placer. Oírlo a un año de su doble trasplante de pulmón y el día de su cumpleaños es un privilegio. Aún más cuando aquel Puma que se vio apagado y necesitado de una bombona de oxígeno para continuar con un concierto en Colombia en 2016 es hoy un hombre que ha recobrado su vitalidad y el 80 por ciento de su voz.
A veces, los lugares comunes son necesarios y sí, El Puma ha vuelto a rugir. Rodríguez había convocado en Estefan Kitchen, en Miami, a medio centenar de sus amigos y colaboradores más cercanos. La prensa también había sido invitada para verle celebrar los 76 años, aunque para él el festejo también fue de su llegada “al oasis”, como describe su estado interno y externo tras pasar años con una disminución creciente de su capacidad respiratoria, debido a la fibrosis pulmonar que le aquejaba.
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José Luis Rodriguez estrenó su voz a un año de su doble trasplante de pulmón con el Mariachi Internacional de México que lo acompañó con el tema “Los amigos”.
Entre los invitados estuvieron personalidades de la farándula, como Emilio y Lili Estefan, Raúl González, Guillermo “Fantástico” González, Charlie Zaa, Daniel Sarcos, Raúl de Molina y otros
El Puma llegó de la mano de su esposa, Carolina. Fue recibido por cámaras, micrófonos y aplausos. “He pedido perdón y he perdonado”, dijo sobre las cosas que ha vivido en el proceso de recuperación. “He aprendido a meditar (…) No hay que perder tiempo en la vida”, agregó.
Los mensajes a sus fans estuvieron acompañados de lágrimas que amenazaban con desbordarse. Su mirada ante la conmoción que creo en el Design District de Miami mostraba una especie de sorpresa con satisfacción. “Si Dios me lo permite”, manifestó a menudo.
Las primeras gracias fueron para la familia del donante. Su nueva misión: promover la donación de órganos y el trabajo del Hospital Jackson Memorial. En una de las mesas tenía al equipo médico que le devolvió la vida. El Puma dice que ha cambiado, que es un hombre nuevo. Es fácil creerlo.
Eso, hasta que llegó el mariachi México Internacional, y El Puma se animó a cantar. Estaba en los planes, pero no lo había hecho en público desde aquel día en Colombia. Le temblaban las manos. Bromeó con los doctores: “Cuidado … estén pendientes de la vaina”.
No hizo falta. La tesitura estaba allí. La voz de El Puma, tan melodiosa como siempre. Cantó “Los amigos” y “No vuelvo”. Le falta aún potencia, fuerza para llegar a los tonos más altos, pero ya quisieran muchos cantantes entonar como lo hace José Luis Rodríguez a los 76 años y con los pulmones de otro. Rugió, y lo seguirá haciendo.
Las madres de Miami recibirán de regalo su primer concierto como un hombre sano. Ya prepara un disco y los médicos le han augurado al menos 15 años más de vida.
