Al Badawi, el escurridizo extremista escondido hasta la muerte en el Yemen

Siendo uno de los pocos miembros destacados de Al Qaeda vivos en el Golfo, el extremista Yamal al Badawi, considerado el cerebro del ataque contra el buque de la marina estadounidense USS Cole en el que murieron 17 soldados en el año 2000, se ha escondido en el Yemen hasta morir en un ataque de EEUU.


Nacido en la provincia de Al Baida, en el centro del Yemen, a principios de la década de los 60, Al Badawi ha logrado reptar entre las autoridades y escaparse en varias ocasiones de los arrestos que se sucedieron tras haber orquestado supuestamente uno de los peores ataques contra EEUU que tuvo lugar el 12 de octubre de 2000 en Aden.

Poco se conoce de su vida anterior a enrolarse en las filas del grupo radical Al Qaeda, ya que no ha formado parte de las publicaciones que la organización difunde desde hace décadas.
De hecho, ni Al Qaeda ni las autoridades yemeníes han confirmado la información anunciada hoy por el presidente estadounidense, Donald Trump, en su cuenta de Twitter: “Acabamos de matar al líder de ese ataque, Yamal al Badawi”.

El portavoz del Mando Central de EEUU, Bill Urban, aseguró el jueves a Efe la posibilidad de que el radical hubiese muerto durante una operación conjunta entre la CIA y el ejército estadounidense en Yemen el pasado martes.

Información publicada entonces por la cadena de noticias CNN, que citó fuentes del Gobierno, señaló que Al Badawi fue alcanzado mientras conducía solo en un vehículo y no hubo ningún daño colateral.

Sin embargo, fuentes de seguridad consultadas por Efe en la provincia yemení de Marib, donde supuestamente se llevó a cabo la operación el 1 de enero, “no tienen conocimiento” de bombardeos en la zona durante ese día.

Al Badawi estaba en la lista del FBI de los terroristas más buscados y ofrecían hasta 5 millones de dólares por cualquier información sobre él tras haber sido acusado por un gran jurado federal en 2003 con cargos por varios delitos de terrorismo, incluido el asesinato de ciudadanos y militares estadounidenses.

Además del ataque contra el USS Cole, estaba acusado de intentar atacar otro buque de la Armada de Estados Unidos en enero de 2000.

El yemení ha estado tras las rejas una vez que fue arrestado acusado de participar en el atentado contra el buque, aunque se escapó de una prisión de Aden durante su traslado en abril de 2003 junto a nueve colegas.

Pero casi un año después fue capturado por las autoridades yemeníes, que lo llevaron ante el Tribunal de Seguridad del Estado en Saná.

Se presentó a la sesión en silla de ruedas aquejado de las heridas que tenía en sus piernas por los choques con las fuerzas de seguridad durante su detención y fue condenado por su participación en el ataque contra el USS Cole.

Su estancia en una celda de prisión de máxima seguridad en Saná duró dos años, ya que en febrero de 2006 logró fugarse junto a 22 miembros de Al Qaeda.

Esta vez excavó desde su celda un túnel que llegaba a la mezquita que había al otro lado de la calle de la prisión, situada cerca de la sede de la Inteligencia yemení.

Su huida supuso un duro golpe para las fuerzas de seguridad yemeníes, que no supieron ver de nuevo la fuga de uno de los miembros más activos de Al Qaeda en el Yemen desde la década de los 90.

Sin embargo, en octubre de 2007 se rindió a las autoridades yemeníes en la provincia de Abián, que actualmente es uno de los feudos de Al Qaeda en el país, ya que había llegado a un acuerdo para su liberación si se alejaba de la organización extremista.

Y efectivamente, dos semanas después, de acuerdo a las diferentes informaciones que aparecieron en esa época, las autoridades de Saná pusieron en libertad a Al Badawi, una acción que enfadó a los norteamericanos, que tildaron al Yemen como un país “en el que no se podía confiar” en la lucha contra el terrorismo.

Por ello, según informó una fuente de seguridad a Efe en ese momento, se le volvió a arrestar.

El 8 de enero 2008, el entonces ministro de Exteriores yemení, Abu Bakr al Qarbi, anunció que su país había rechazado una solicitud de EEUU de extradición y aunque no hay información oficial, las autoridades yemeníes liberaron a Al Badawi, que se esfumó entre la orografía del Yemen guarecido gracias las células activas de Al Qaeda que continúan operando en el país.

EFE