El médium brasileño conocido como Joao de Deus, en prisión preventiva por presuntamente haber cometido abusos sexuales contra centenares de mujeres, afirmó a las autoridades que recibía “orientaciones” de “Dios y el espíritu” para realizar sus tratamientos místicos, informaron hoy medios locales.
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El líder religioso, de 76 años y cuyo nombre de pila es Joao Teixeira de Faria, explicó en su declaración a la Policía que tan solo “atiende y orienta”, pero que él no es responsable de lo que hace durante sus procedimientos espiritistas.
Preguntado si ejecutaba cirugías incisivas, uno de los procedimientos que lo catapultó a la fama internacional, el curandero lo negó y dijo que es “Dios quien las hace”, según publicó el diario O Globo.
Joao de Deus se encuentra en prisión preventiva desde el domingo pasado a raíz de los hasta ahora 506 relatos que la Fiscalía recibió de mujeres de Brasil y otros seis países que aseguran haber sido abusadas sexualmente por el médium, conocido por sus supuestas dotes curativas a través de sus “curas milagrosas” y “cirugías psíquicas”.
Muchas de esas mujeres afirman que sufrieron los abusos durante consultas privadas, aunque en su declaración a los investigadores el curandero negó rotundamente haber llamado a “cualquier persona para someterse a un tratamiento individualizado”, según O Globo.
De acuerdo con el rotativo, Joao de Deus también relató que no entrega recetas médicas a los fieles que acuden a la Casa de Don Ignacio de Loyola, fundada en 1976 por el médium y situada en la pequeña localidad Abadiania, a unos 120 kilómetros de Brasilia.
“En el tratamiento no se pasa una receta, las orientaciones son transmitidas por el espíritu, o sea, no de una manera escrita”, dijo el médium, citado por el periódico.
No obstante, durante su interrogatorio entró varias veces en contradicción ya que, si bien negó la prescripción de medicamentos, luego matizó que sus pacientes recibían unos “papeles con su firma” de Joao de Deus, que debían entregarse en la tienda de su local para la compra de ciertos remedios.
EFE
