Al menos dos o tres individuos estarían involucrados en el homicidio del funcionario de la Policía de Aragua, hecho ocurrido a eso de las 8:00 de la noche del martes en la carretera nacional Cagua-Villa de Cura, a la altura de la Zona Industrial Las Vegas del municipio Sucre.
Se dijo de manera extraoficial que los antisociales formarían parte de una banda de malhechores que viene incursionando en ese tramo vial, especialmente en horas nocturnas y tienen su centro de operaciones en la parroquia Bella Vista.
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Se comentó que esos malvivientes, probablemente, son los responsables de ocasionar los accidentes viales que suceden en horas nocturnas en la referida jurisdicción tras colocar o arrojar en el tramo vial objetos metálicos, conocidos como “los miguelitos”.
Lo hacen para ejecutar sus asaltos a los usuarios que sufren algún desperfecto en las unidades e igualmente de cometer robos en las unidades de transporte público. Se trata de una peligrosa organización criminal que se desplaza en motos para incurrir en sus fechorías en perjuicio del pueblo.
Luego del crimen cometido contra el funcionario Luis Amado Pineda Amaya, de 43 años de edad, y domiciliado en la comunidad de Alí Primera, comisiones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, adscritas a la Base de Homicidios de Santa Cruz se encuentran realizando diligencias pertinentes a ese hecho para identificar a los autores materiales.
Asimismo, funcionarios de la Dirección de Investigaciones y Estrategias Preventivas de la Policía de Aragua, bajo la venia del general José Gregorio Viloria, secretario de Seguridad Ciudadana, se unieron a las pesquisas de rigor.
Tanto el Cicpc como la DIEP realizan allanamientos en ciertos sectores de la parroquia Bella Vista y en Cagua, así como en las cercanías, tras la búsqueda de elementos que permitan identificar a los homicidas.
Hasta el momento hay buenas pistas sobre los homicidas de Pineda Amaya, pero la fuente prefirió mantenerlas en reserva y en las próximas horas podría surgir una respuesta contundente, se dijo a los periodistas.
Como es del conocimiento público, el oficial se trasladaba por esa zona en dirección a su residencia cuando los hampones en moto le dieron alcance y sin ningún intercambio de palabras le efectuaron varios disparos en la espalda.
Una vez que lo vieron tendido en el pavimento sin poderse defender y ya moribundo, los delincuentes le despojaron de su armamento, una pistola Glock, modelo 17 calibre, 9, un celular y alimentos que llevaba a sus hijos.
Posteriormente emprendieron la huida con rumbo desconocido. Se comentó que los pillos “lo tenían montado”, pues sabían a que hora transitaba por ese sector o al menos lo conocían. Esperaron el momento oportuno para ejecutar su acción criminal.
Vale precisar que Pineda Amaya tenía 12 años en la institución policial, alcanzando el grado de oficial agregado, y además dejó en la orfandad a 3 hijos, entre ellos un joven que siguió sus pasos de deportista y es prospecto de los Medias Rojas de Boston en los Estados Unidos.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
