Vecinos de La Guaricha visitaron elsiglo para exigir justicia

Este domingo a las 4:30 de la tarde a la sede del diario elsiglo se presentó un grupo de aproximadamente 60 personas, residentes del sector La Guaricha en la población de Mariara del municipio Diego Ibarra, estado Carabobo, exigiendo justicia por la muerte de sus seres queridos, quienes a su juicio fueron asesinados durante una razzia policial ejecutada en la zona el pasado viernes, donde resultaron abatidos unos 12 presuntos delincuentes y muertos dos funcionarios del Cicpc.

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Dando cumplimiento al artículo 58 de la Constitución, capítulo III de los derechos civiles que establece que, “la comunicación es libre y plural, y comporta los deberes y responsabilidades que indique la ley. Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución, así como el derecho de réplica y rectificación cuando se vean afectados directamente por informaciones inexactas o agraviantes. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información adecuada para su desarrollo integral”, hoy se da acatamiento a su derecho.

Los ciudadanos con toda la humilde reflejada en sus rostros y quienes al mismo tiempo sollozaban con retratos en mano de sus familiares ya fallecidos, relataron los hechos acontecidos de aquel día.

Raquel Oropeza aseguró que aquella mañana los funcionarios del Cicpc Carabobo llegaron al sector La Guaricha realizando una serie de allanamientos a moradas, lo que alertó a la delincuencia que allí reina y de inmediato los malhechores se activaron brincando de residencia en residencia huyendo del “gobierno”.

En el momento que los sujetos huían, dos de ellos cayeron a la vivienda de Cristóbal Parra, de 80 años, quien laboraba como vigilante del colegio de la localidad, el anciano no se habría percatado de su presencia en la casa. Para el momento éste se encontraba con su esposa y dos menores.

A los segundos tocaron a la puerta del longevo y éste preguntó quién era, recibiendo como respuesta “somos funcionarios” y de inmediato los recibió.

Los sabuesos rápidamente le manifestaron al ciudadano que requerían inspeccionar el domicilio a lo que a él accedió y en medio del chequeo los investigadores fueron sorprendidos por uno de los delincuentes, quien disparó al inspector agregado José Rafael Cassiany y al detective Luis Alfredo Querales, originándose la balacera en la morada, también resultando herido el octogenario, quien quedó atrapado en la línea de fuego y abatido el malhechor mientras un segundo logró huir.

“Los niños se escondieron debajo de la cama cuando ocurrieron los hechos, a la esposa de Cristóbal no le ocurrió nada, pero el vigilante si fue herido, y falleció cuando estaba siendo ingresado al Hospital Central de Maracay, nos imaginamos que quedó atrapado en la línea de fuego o le dio un infarto del susto. Luego de ese momento de angustia La Guaricha fue tomada en su totalidad por funcionarios de todos los organismos de seguridad”, dijo Oropeza.
La mujer, con su rostro humedecido por el llanto, manifestó, “estamos conscientes que si hay gente mala o negativa en la barriada, pero lo que ellos dicen que se enfrentaron son personas inocentes, conocemos del trabajo de los funcionarios, pero si en verdad son investigadores porque no realizan sus labores de la manera adecuada y no le quitan la vida a personas trabajadoras”, comentó.

Por otra parte, María del Carme Cuy, quien aseguró a la prensa que su hermano laboró toda su vida como carpintero, fue sacado de su casa y luego apareció muerto en la morgue de Valencia. Identificó a su familiar como Jair Alexander Cuy Escalona, de 35 años, padre de dos niños, “a él lo sacaron de la casa vivo, quiero que nos expliquen qué pasó, él era una persona sana y de buenos principios, mi madre Rafaela Escalona, de 58 años, fue detenida injustamente y luego liberada, pedimos justicia”.

Mientras que María Valderrama dijo que su sobrino a quien identificó como Yeison Valderrama fue sacado de su vivienda en las mismas circunstancias, éste laboraba en Corposalud, “uno no les quita a los uniformados que hagan su trabajo pero no de esa forma, no todo el que vive allí tiene malas costumbres, nos juzgan”.

También José Meléndez aclaró que a su hijo Kleiber Meléndez, ayudante de mecánica, le quitaron la vida, manifestó que si su hijo fuera un delincuente hoy no estuviera aquí exigiendo mis derechos como persona, hago un llamado al Ministerio Público y a los Derechos Humanos a que investiguen el caso a fondo, allá causaron destrozos en el colegio, CDI y casas”. Otros fallecidos fueron Moisés Paredes, quien trabajaba en La Sindoni y Jadel Quiñónez, quien era propietario de una cauchera en el Terminal de Maracay y José Antonio Fuentes.

El pastor Alexander Vázquez, quien acompañó a los ciudadanos hasta esta casa editorial, añadió, “la comunidad de La Guaricha hoy está de luto, hay terror y tristeza, esta gente teme vuelva a ocurrir lo mismo con sus parientes”.

Los denunciantes hacen un llamado al Ministerio Público y a los derechos humanos a tomar el caso, asimismo a los funcionarios del Cicpc a que no juzguen a toda la población de La Guaricha de delincuentes, pues en el lugar existen personas humildes y trabajadoras.

RAIZA VILLAFRANCA | elsiglo
fotos | NELLY HERNANDEZ