Expresidiario estranguló a su pareja, hija y suegro en Santa Rita

Un expresidiario estranguló a su pareja, hija y suegro en una vivienda de Los Jabillos II, parroquia Santa Rita del municipio Francisco Linares Alcántara, en un suceso que consternó a la colectividad.

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Santa Rita
Sobre la recámara encontraron muerto al señor José Francisco Rodríguez

Efectivamente, los vecinos amanecieron ayer consternados y alarmados ante el vil asesinato cometido contra una familia integrada por un octogenario, una mujer y una niña de 11 años de edad.

Las víctimas de ese repudiable hecho de sangre fueron identificadas a través de sus allegados como José Francisco Rodríguez, de 80 años de edad, padre de seis hijos, de oficio obrero y pensionado del Seguro Social.

Su hija Eloína Beatriz Rodríguez, de 33 años de edad, madre de una niña y de profesión docente, quien actualmente impartía clases en un instituto de idioma inglés en La Arboleda, catalogada como una vecina de conducta intachable.

A estas dos muertes se sumó la de la nieta del señor José Francisco, Victoria Isabella Rodríguez López, de 11 años, quien cursaba el sexto grado en la Unidad Educativa Costa del Río.

En la mira de las autoridades por este dantesco crimen está un sujeto conocido como “El catire”, primo y pareja de la dama asesinada, y padre de la menor que perdió la vida a manos de su propio progenitor. Sin embargo, debido al carácter reservado de esta familia, los vecinos no manejaban detalles de esta relación marital, y pensaban que el visitante era un conocido o familiar.

Hace dos años, a causa de una extraña enfermedad, falleció la madre Eloína Beatriz, ella se mantuvo apegada a su padre para no dejarlo solo. Su hija, el padre y ella constituyeron una familia con buenos principios y valores humanos, gozaba del aprecio de la comunidad, según la información facilitada por los vecinos a los representantes de los medios de comunicación social.

“RECOGE AGUA CLARA”

De acuerdo al relato de esta historia de terror y angustia comenzó el sábado en la noche, cuando la chiquilla salió de su domicilio, ubicado en la calle Venezuela cruce con Santa Rita, número 21 de Los Jabillos II, a encontrarse con unas compañeras de clases, con la intención de preparar tareas pendientes que tendría que presentar el lunes a su profesora.

La vecindad vio por última vez a la menorcita a eso de las 10:00 la noche, y su abuelo, acostumbraba acostarse temprano, pues su lema era “el que se levanta temprano recoge agua clara”.

Lo hacía todos los días a las 6:00 de la tarde, mientras que la ciudadana realizaba sus oficios del hogar como cualquier mujer responsable de sus asuntos domésticos.

Al día siguiente se presentó un pastor evangélico a la humilde residencia preguntando por Eloína Beatriz para invitarla a la iglesia cristiana y un sujeto que estaba allí presente salió a su encuentro, manifestando lo siguiente: “Ella anda con sus familiares a la playa y presumo que no regresará hoy (el sábado)”.

Los habitantes lo describieron como una persona alta y delgada, de tez blanca y conocido con el apodo de “El Catire”, quien para la gran mayoría de los vecinos era un asiduo visitante, no obstante las autoridades investigativas determinaron que este sujeto, identificado como Miguel Ángel Arcia, era la pareja de la dama y el desnaturalizado padre de la niña.

Y LUNES DE TERROR

Como no vieron a la niña ni mucho menos al abuelo asomarse a la puerta, la gente del barrio se angustió y a preguntarse lo siguiente: ¿Dónde estará el señor José? Es muy curioso que él se vaya a la playa a estas alturas de la vida, pues no acostumbra a realizar ese tipo de viajes de manera sorpresiva.

“Como la curiosidad mató el gato”, según reza un viejo adagio, uno de los habitantes, a eso de las 4:30 de la tarde del lunes, se acercó a la puerta y sintió una fuerte hediondez que emanaba de la vivienda e inmediatamente la noticia corrió como pólvora por toda la vecindad.

“Allí, en esa casa pasa algo y creo que debemos reportar esa novedad a la Policía Municipal de Linares Alcántara”, dijo un vecino.

En efecto se llamó a los funcionarios de ese cuerpo de seguridad y una comisión se presentó al sitio, observando tal situación. Seguidamente los policías establecieron comunicación con funcionarios de la Base de Homicidios de San Pablo en Turmero.

Media hora después los investigadores hicieron acto de presencia y con la utilización de herramientas especiales, se procedió a derribar la puerta, encontrándose los sabuesos del Cicpc con un escenario hecho un total desorden.

EN LAS HABITACIONES DE LA MUERTE

En el cuarto que da acceso al patio, hallaron el cadáver del señor José Francisco, amordazado y amarrado. Su cuerpo, en avanzado estado de descomposición yacía sobre su cama.

Mientras que en la habitación del medio localizaron a la educadora y a su hija, tendidas en el piso, amarradas y amordazadas, y según la inspección ocular, las tres personas presentaban signos de estrangulamiento.

Los cadáveres fueron levantados de ese sitio a eso de las 8:00 de la noche. Los sabuesos realizaron todas las experticias de rigor y la planimetría correspondiente.

LAS SOSPECHAS

Todas las evidencias y señalamientos apuntan a que el autor material de los actos de estrangulamiento es “El Catire”. De la noche a la mañana huyó de la zona y se desconoce su paradero.

Por tal motivo, comisiones del Cicpc andan tras sus pistas y de un momento a otro caerá en manos de la justicia.

La comunidad clama justicia contra “El Monstruo de Los Jabillos”, quien presuntamente habría asesinado a su familia para apoderarse de unos de dólares, lo único que esta familia humilde podría tener de valor.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
fotos | FAUSTINO PÉREZ