Bolsonaro dice que gobernará para todos

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó ayer que pretende gobernar para todos los brasileños y no solo para sus electores, hizo un llamado a la unión y rechazó los “rótulos” que le señalan de perseguidor de los homosexuales y de la libertad de prensa.

“Ahora estamos en otro momento. Quiero gobernar para todos y no solo para los que votaron en mí”, afirmó el diputado ultraderechista en una entrevista en la televisión Globo, la primera que concedió a una red de TV desde su victoria electoral el domingo.

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El polémico diputado confirmó en la misma entrevista su compromiso de respetar la Constitución al ser interrogado sobre quienes lo acusan de ser un riesgo a la democracia.
“Tenemos una Constitución que tiene que ser respetada y solo así podremos convivir con armonía”, afirmó al negar que entre sus planes esté la eliminación de derechos o garantías o la adopción de un régimen autoritario.

Bolsonaro, que fue elegido presidente con el 55 % de los votos válidos el domingo, frente al 45 % de su adversario, el socialista Fernando Haddad, convocó a los brasileños a unirse tras las elecciones más polarizadas y radicalizadas en las últimas tres décadas en Brasil.

“A los que no votaron por mí quiero decirles que estamos en el mismo barco y que si Brasil no supera la crisis ética, política y económica que vivimos, todos sufriremos las consecuencias”, afirmó en un mensaje en el que defendió la reconciliación nacional.

“Tenemos todo para ser una gran nación pero lo que está faltando es la unión de todos y evitar las divisiones. Divisiones que aparecieron en el Gobierno anterior y que queremos evitar. Vamos a tratar a todos igual, quiero que nos den la oportunidad de demostrar que podemos hacer una política de unión”, agregó.

El ultraderechista aprovechó la entrevista para rechazar “rótulos” que dice que le han atribuido de forma generalizada y que calificó como falsos.

Aseguró que cualquier agresión contra homosexuales “tiene que ser sancionada de acuerdo con la ley e incluso con una pena agravada si ese es su motivo (homofobia)”.
“Me gané hace mucho tiempo el rótulo de homófobo porque critiqué una campaña que el Gobierno preparaba para difundir cartillas que mostraban a niños (del mismo sexo) besándose”, afirmó.

“Y yo ataqué eso de forma agresiva porque creí que se lo merecía. Protesté contra una agresión contra la familia y la inocencia de los niños y estoy de acuerdo que lo hice de forma violenta pero era para intentar convencer al Ministerio de que desistiese de la campaña”, agregó.

Aseguró que, pese a que la entonces presidenta Dilma Rousseff aceptó las críticas y decidió suspender la campaña, él se quedó con el rótulo de homófobo.

“Soy totalmente favorable a la libertad de prensa”, sostuvo sobre otra de las acusaciones en su contra, aunque admitió que sí puede retirarle la propaganda oficial a diarios que, en su opinión, cometan una injusticia y no la corrijan.

Se refirió específicamente a una denuncia hecha por el diario Folha de Sao Paulo sobre una funcionaria suya que supuestamente estaba de vacaciones y que el diario calificó como “empleada fantasma” de su gabinete parlamentario por no estar en Brasilia.
“No puedo considerar digna acciones como esa por parte de la prensa. No quiero que acabe (el diario), pero, si depende de mí, no recibirá apoyo oficial”, dijo.

Al ser interrogado sobre un discurso en el que afirmó que los “marginales rojos serían expulsados” de Brasil en referencia a la oposición, admitió que se excedió pero que fue “un momento de desahogo”, en un “discurso inflamado” ante una multitud y luego de que un dirigente de un partido de izquierda asegurara que pretendía invadir su apartamento con miembros del Movimiento Sin Techo.

Sobre los supuestos crímenes que atribuye a miembros de la oposición, aseguró que “en el Brasil de Bolsonaro quien viole la ley sentirá el peso de la misma”.

En ese sentido dijo que el juez federal Sergio Moro, responsable por el proceso que destapó el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil y condenó a varios políticos como el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, es un “símbolo” del combate a la corrupción que merece ser recompensado.

“Pretendo invitarlo a que asuma el Ministerio de Justicia o a que, en un futuro, cuando surja un cupo, asuma como magistrado de la Corte Suprema. Él puede escoger el cargo en que considere que puede hacer lo mejor por Brasil. Es un hombre ejemplar y en cualquiera de los dos lugares tendría un buen desempeño”, concluyó.

LOS HOMBRES FUERTES

Generales en ministerios clave y un ultraliberal al frente de la economía: el ultraderechista Jair Bolsonarol, electo el domingo presidente de Brasil, tendrá un gabinete formado en su mayoría por hombres sin experiencia política, cuando asuma el cargo el 1º de enero.
El excapitán del Ejército, del Partido Social Liberal (PSL), anticipó que recortaría de 29 a 15 el número de ministerios y que no armaría una coalición a cambio de puestos.

Bolsonaro busca “reinventar el presidencialismo de coalición y ese será su mayor desafío”, afirma Marcio Coimbra, experto en estrategia política de la Universidad Mackenzie, en Brasilia.

Además, su gobierno incluiría “a cuatro o cinco generales”, según Gustavo Bebianno, presidente del PSL y posible ministro de Justicia.

Bolsonaro busca ofrecer “una imagen de orden, pero puede llegar a tener dificultades en la interlocución con el Congreso”, dijo el politólogo Geraldo Monteiro, de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro.

Estos son algunos de los hombres con los que gobernaría el mandatario electo:

– Paulo Guedes, el gurú económico –

Bolsonaro confesó que no “entiende” de economía, pero que para eso estará Paulo Guedes, un economista de 69 años formado en el liberalismo de la Universidad de Chicago.
Guedes podría ser un “superministro” que tendría bajo su mando las carteras de Hacienda y Planificación, así como la secretaría de inversiones públicas. Su credo: privatizar para reducir la deuda pública.

El domingo por la noche, anunció su intención de “cambiar el modelo económico socialdemócrata” mediante un programa acelerado de privatizaciones y de control del gasto público, como receta para reactivar a un país que pasó por dos años de recesión y otros dos de débil crecimiento.

– Onyx Lorenzoni, el director de orquesta –

Diputado desde 2003, Lorenzoni, de 64 años, es considerado el cerebro de la campaña de Bolsonaro. Forma parte del partido de derecha Demócratas (DEM) y es reconocido por sus iniciativas anticorrupción.

En un gobierno de Bolsonaro, ocuparía el cargo de Jefe de la Casa Civil – una especie de jefe de gabinete – y sería el encargado de compensar la falta de experiencia en los entresijos de la política brasileña.

– General Heleno, el modelo –

Augusto Heleno Ribeiro cuenta con la admiración de Bolsonaro. Este general fue su instructor en la escuela militar en los años 70 y sería su ministro de Defensa.

El oficial retirado, que se desempeñó como comandante en jefe de la Misión de la ONU en Haití (Minustah), pudo haber sido vicepresidente de Bolsonaro, pero el Partido Republicano Progresista, del que forma parte, rehusó la nominación. Otros nombres fueron mencionados, pero aún no confirmados.

Oswaldo Ferreira, un general “verde”… oliva Exjefe del departamento de ingeniería y construcción del Ejército, el general Oswaldo Ferreira, de 64 años, es mencionado como posible ministro de Transportes. Fue el encargado de diseñar el programa presidencial de infraestructura y medioambiente.
En una reciente entrevista con O Estado de S.Paulo, evocó con nostalgia la época en la que construía carreteras en la Amazonía, durante la dictadura militar (1964-85), y no había “ni fiscalía ni (la agencia ambiental) Ibama que estorbaran”.

Marcos Pontes, el astronauta Piloto de combate y astronauta, Marcos Pontes, de 55 años, fue el primer brasileño en viajar al espacio, en 2006, a bordo del cohete Soyuz, que lo llevó a la Estación Espacial Internacional (ISS), donde pasó una semana. Este héroe nacional podría asumir la cartera de Ciencia y Tecnología.

“Pocas personas pueden decir que arriesgan la vida por su país y yo lo hice, en cohetes como en aviones de combate”, declaró en julio al diario Folha de Sao Paulo.

LA OEA ELOGIA

La Misión de Observación enviada por la OEA para evaluar las elecciones presidenciales en Brasil elogió ayer la exitosa organización de los comicios por parte de las autoridades pero lamentó la violencia que se registró en la campaña tanto en las calles como en las redes.
En el informe preliminar que presentó la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos elogió el espíritu cívico de los brasileños, el éxito de las autoridades para organizar unas elecciones con 147 millones de votantes, la tranquilidad en que transcurrió la jornada y la rapidez y confianza del sistema electrónico de votación y escrutinio.

Pero la misión, encabezada por la expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla y compuesta por 30 especialistas de 17 países, manifestó su preocupación con la agresividad de las campañas y la divulgación masiva de falsas noticias en las redes sociales.

HADDAD LO FELICITA

El progresista Fernando Haddad deseó éxitos al ultraderechista Jair Bolsonaro un día después de la derrota sufrida en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, mientras que el Partido de los Trabajadores (PT) prepara el terreno para liderar la oposición.
En su discurso la noche del domingo, Haddad afirmó que respetará el resultado de las urnas pero se abstuvo de felicitar a su rival, un gesto que tan solo hizo este lunes a través de su cuenta en Twitter y con el “corazón leve”.

“Presidente Jair Bolsonaro. Le deseo éxitos. Nuestro país merece lo mejor. Escribo este mensaje, hoy, de corazón ligero, con sinceridad, para que estimule lo mejor de todos nosotros. ¡Buena suerte!”, publicó Haddad.

EFE