Angela Merkel se juega mucho en las elecciones regionales de Hesse

El gobernante partido conservador CDU y sus aliados socialdemocratas, perdían cada uno este domingo 10% de sufragios en las elecciones regionales del rico lander de Hesse, debilitando un poco más la coalición de Angela Merkel y abriendo dudas sobre su futuro.

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Angela Merkel
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Dos semanas después de las elecciones en Baviera, que fueron catastróficas para la alianza de gobierno, los comicios de este domingo volvieron a mostrar fuertes caídas del oficialismo, y un gran avance de los verdes (que disputan el segundo puesto a socialdemócratas) y la extrema derecha, que por primera vez ingresa al parlemento regional.

El partido de Merkel fue el más votado este domingo con 27%, pero perdió 10 puntos respecto de los comicios de 2013, de acuerdo con sondeos a boca de urna difundidos por las cadenas de televisión estatales ARD y ZDF.

También sus aliados de la agrupación socialdemócrata SPD perdían 10 puntos, y se conformaban con totalizar 20% de sufragios, siempre según las mismas fuentes.

En cambio, los Verdes van viento en popa en Hesse y a nivel nacional, y tras haber obtenido unos resultados satisfactorios en Baviera a mediados de octubre, este domingo duplicaban su caudal electoral en el lander al orillar el 20% de sufragios.

Los comicios en Hesse, donde se encuentra Fráncfort, la capital financiera del país y sede del Banco Central Europeo (BCE), también permitieron ratificar el avance de la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), que al totalizar un 12% de sufragios se apresta a conseguir bancas por primera vez en el parlamento regional.

La fuerte caída de conservadores y socialdemócratas, había sido anticipada por todas las encuestas.

– ‘Bajo presión’ –

“Angela Merkel es canciller desde hace 13 años pero, políticamente, nunca ha estado bajo tanta presión”, resumía este fin de semana el diario Süddeutsche Zeitung.

La amenaza para la canciller se acentúa todavía más si se tiene en cuenta que en diciembre los militantes están convocados para votar a la presidencia del partido.

Sin embargo, no faltan los responsables que, entre bastidores, aseguran que el CDU necesita cambiar de líder y hacer un viraje hacia la derecha frente al auge de la ultraderecha, lo que Angela Merkel no se ha decidido a hacer todavía de forma clara.

“Nadie puede decir al 100% hasta qué punto las cosas seguirán estables” tras estas elecciones, advirtió además la número dos de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, próxima a la canciller.

La derrota de la CDU, que dirige la región desde hace casi dos décadas, puede tener un fuerte impacto, pues el ministro-presidente saliente es uno de los barones de Merkel, Volker Bouffier.

Bouffier ha apoyado sin ambages a la canciller desde la polémica causada por la política migratoria de Merkel, que permitió la llegada al país de más de un millón de migrantes en 2015 y 2016.

– El fin de una carrera –

La canciller, al frente de la CDU desde hace más de 18 años, hace poco mencionó entre líneas el final de su vida política, al juzgar que “todos los que, en el pasado, intentaron solucionar ellos mismos su sucesión, fracasaron”.

Aún así, ningún miembro de la CDU ha declarado abiertamente querer dirigir la formación.

Por otro lado, la mandataria, de 64 años, debe lidiar con un debilitamiento de su socio socialdemócrata en el gobierno federal.

El revés en Hesse puede relanzar el debate a nivel interno sobre si el SPD, en caída libre, debería abandonar el gobierno.

Los alemanes parecen cansados de los conflictos recurrentes dentro de la coalición, iniciados principalmente por la CSU, socio bávaro de la CDU, que intenta imponer su postura sobre la inmigración. “La crisis de la gran coalición otorga un peso enorme a las elecciones en Hesse”, resumía el semanario Der Spiegel.

Fuente: AFP