Una mujer de Changsha decidió pasar todo su semana de trabajo libre utilizando el teléfono móvil. A lo largo de los días, la mujer solo dejaba el dispositivo cuando descansaba por las noches, de hecho, aprendió una dolorosa lección inolvidable cuando sus dedos se quedaron temporalmente paralizados tras utilizar su celular de manera exagerada.
Al final de la semana comenzó a sentir fuertes calambres en la mano derecha y descubrió que no podía mover los dedos. El uso excesivo del celular los hizo agotar completamente.
En el hospital le determinaron tenosinovitis, una inflamación del tendón y de la membrana que lo recubre. El inconveniente fue causado por la repetición de las mismas acciones de la mano durante el transcurso de la semana. Sin embargo, tras un breve tratamiento, la joven logró recuperar la movilidad en los dedos.
